Experta Culinaria
El uso de diferentes tipos de grasa, es absolutamente necesario en la cocina. No solamente por su valor nutritivo, el organismo requiere que consumamos una cantidad moderada de grasa, sino también porque son ingredientes que dan mejor sabor a los distintos platos que preparamos. La mantequilla siempre ha sido una de las grasas favoritas de todo el mundo por su delicada textura y el sabor que imparte al plato más corriente.
En algunos casos sustituimos la mantequilla por margarina y está bien, pero yo les recomendaría no hacerlo cuando se trate de salsas muy finas o comidas delicadas y especiales. Existe una gran diferencia en el sabor y el producto final no será el mismo.
Hoy en día existen la mantequillas saborizadas o condimentadas que son para darle un toque diferente a nuestras carnes de res, pescados, pollos, cerdos y hasta a nuestras verduras, a la parrilla y a la plancha. Estas se preparan muy fácilmente en la casa ya que son mezclas de mantequilla suavizada con hierbas, especias u otros condimentos. Incluso les pueden dar un sabor exótico mezclándola con jengibre picado, ralladura de limón, jugo de limón, chiles frescos picados o en polvo, ralladura de naranja, etc. las mezclas son ilimitadas.
Una vez que se tiene la mezcla hecha, pueden darle la forma que deseen, poniendo un poco de la mezcla en un moldecito forrado de papel encerado o simplemente dejando caer la mezcla en un pedazo de papel encerado y dándole luego la forma de un cilindro, lo envuelven como caramelo y lo refrigeran. La ventaja que tiene esta mantequilla condimentada es que la pueden hacer con muchos días de anticipación.
Cuando tengan su carne de cualquier tipo ya cocinada, colóquela en el platón o en el plato individual y póngale encima varias rodajas de la mantequilla preparada.
Recuerde que la carne debe estar bien caliente todavía para que esta se funda en la comida. Son una delicia al paladar, pruébelas.
¡Hasta la próxima!
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