Café nica aguarda mejor precio
Entre amenazas externas, como la constante caída del precio del café en el mercado internacional y la migración de la gran industria mundial hacia variedades de menor precio como Robusta, y los tradicionales problemas locales —a los que durante la cosecha cafetalera 2012-2013 se agregará la reducción de la oferta exportable en al menos 200,000 quintales—, los exportadores del grano esperan con optimismo un repunte en el precio para comenzar a colocar la cosecha que inició el pasado 1 de octubre y que se calcula será entre 1.8 y 1.9 millones de quintales.
Lucydalia Baca Castellón
Entre amenazas externas, como la constante caída del precio del café en el mercado internacional y la migración de la gran industria mundial hacia variedades de menor precio como Robusta, y los tradicionales problemas locales —a los que durante la cosecha cafetalera 2012-2013 se agregará la reducción de la oferta exportable en al menos 200,000 quintales—, los exportadores del grano esperan con optimismo un repunte en el precio para comenzar a colocar la cosecha que inició el pasado 1 de octubre y que se calcula será entre 1.8 y 1.9 millones de quintales.
José Ángel Buitrago, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), confía que en las próximas semanas el precio que ayer cerró en 164.50 dólares por quintal en el mercado de Nueva York, inicie un repunte que los estimule para comenzar a colocar a un mejor precio la cosecha 2012-2013.
No obstante, reconoce que la amenaza de que el precio en lugar de subir siga bajando se mantendrá constante. Según Buitrago, mientras el precio se mantenga por encima de los costos de producción, “que hoy en día andan entre 125 y 130 dólares por quintal”, todavía se perciben ganancias, aunque menores a las obtenidas durante la cosecha 2010-2011, cuando el precio en algunas etapas de la cosecha superó los 300 dólares por quintal.
[/doap_box][doap_box title=”La falta de recursos” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
“Si las plantaciones no se atienden adecuadamente, no se nutren con los fertilizantes adecuados, no se controlan las plagas y enfermedades, tendrá que enfrentar situaciones difíciles como estas”, señala.
El dirigente de los exportadores atribuye el descuido de los cafetales a la falta de recursos, provocada por la caída del precio y la falta de financiamiento. El resultado será una disminución de al menos el 20 por ciento de la actual cosecha.
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Otra amenaza que enfrenta el grano nacional es el crecimiento de la cosecha hondureña, que en este ciclo podría alcanzar los 8.5 millones de quintales, convirtiendo a ese país en el segundo productor más grande de América Latina. “Eso aumenta la oferta de café en el mercado y sobre todo del que compite con el nuestro y el de toda Centroamérica”, señala Buitrago.
ROBUSTA AMENAZA
Para Erick Baca, gerente general de Beneficiadora Norteña de Café SA (Bencafé), otro reto a enfrentar es la aparente migración de la industria mundial hacia variedades más baratas.
Todo indica que el bajo precio del café robusta, que se produce principalmente en China e India, está provocando que la gran industria pierda el interés en los cafés arábigos que se producen en Latinoamérica.
“Eso nos va a afectar profundamente, porque, además de la caída del precio que es un fenómeno cíclico inevitable, tendremos que bajar aún más el precio para comenzar a competir con un café cuyo precio está muy distante del nuestro”, asegura Baca.
Nicaragua ha experimentado con el café robusta. La siembra de esa variedad la ha desarrollado la empresa Cisa Exportadora, la principal comercializadora de la variedad arábiga, pero productores cafetaleros se opusieron al desarrollo de la misma y se desconoce si ese cultivo se ha expandido.
Según estadísticas de la Organización Internacional del Café (OIC) el precio promedio del café robusta durante el 2011 fue 115 dólares por quintal. Esta variedad es más ácida y generalmente es usada para la fabricación de café soluble o instantáneo y mezclas.
La reducción del interés de la industria mundial por el café arábigo no se puede cuantificar con exactitud. Sin embargo, Baca considera que la constante reducción del diferencial de precio que se paga por calidad, que ha registrado el café arábigo, es una muestra clara de esa migración.
LAS AMENAZAS LOCALES
Por otra parte, a nivel local los exportadores continúan enfrentando la burocracia estatal en los trámites que deben realizar para exportar el producto.
Aseguran que los constantes retrasos en la entrega de la documentación, la lentitud en los trámites requeridos para la salida del grano, ciertos impuestos adicionales que establecen algunas municipalidades y el robo del producto durante su traslado a los puertos, continúan elevando los costos de exportación.
Según Buitrago, los robos en las carreteras del país han disminuido considerablemente. Desafortunadamente eso no puede atribuirse a que la Policía Nacional haya hecho su trabajo, sino a la inversión que tuvieron que hacer los exportadores.
Detalló que para evitar los hurtos tienen que invertir al menos un dólar por quintal exportado, para establecer un sistema de comunicación permanente que rastrea la carga a través de GPS.
MENOS INGRESOS POR EXPORTACIÓN
Los exportadores reconocen que otra debilidad del país es la disgregación del sector cafetalero y la ausencia de un organismo rector capaz de aglutinar a todo el sector en la búsqueda de políticas y mecanismos que les permitan buscar alternativas a las amenazas del entorno.
A este panorama hay que agregarle que durante la cosecha 2012-2013, como consecuencia de enfermedades, plagas y el fenómeno cíclico de la bianualidad, la oferta de café exportable se reducirá en al menos 200,000 quintales, con respecto a la cosecha anterior.
Según estadísticas del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex) la cosecha 2011-2012 fue de 2.1 millones de quintales. Se vendió a un precio promedio de 208 dólares por quintal, generando un total de 450.38 millones de dólares.
Tomando como referencia el precio actual, cercano a los 170 dólares por quintal, la reducción de la producción cafetalera provocará que el país deje de percibir al menos 34 millones de dólares.
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