Los Marlins de Miami despidieron ayer al mánager Ozzie Guillén, después de apenas una temporada con el equipo que comenzó lleno de promesas y se descarriló por un pobre desempeño en el terreno y sus polémicas declaraciones sobre Fidel Castro. El equipo todavía le debe a Guillén 7.5 millones de dólares por los tres años que restan en su contrato. Los Marlins esperaban cobrar dividendos tras mudarse a un estadio nuevo y gastar a manos llenas antes del comienzo de la campaña, pero un pésimo récord en junio los dejó fuera de contienda.
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