César Úbeda Bravo
El experto en Derecho Internacional, Mauricio Herdocia Sacasa, consideró que Nicaragua tiene sólidos argumentos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuyo fallo será favorable al país reconociéndole como mínimo de las 200 millas náuticas con derecho a pedir a la Comisión de Plataforma Continental la proyección superior a las 200 millas.
Para Herdocia Sacasa, la pretensión colombiana del meridiano 82 es historia en tanto la CIJ estableció en el fallo de 2007 sobre objeciones preliminares que el Tratado Bárcenas Meneses – Esguerra de 1928 no estableció fronteras.
“Creo que es Colombia la que tiene que estar inquieta y preocupada, pues la verdad sobre la insostenibilidad del meridiano 82 es una historia pasada, un hecho completado por el fallo de 2007, que ahora la Corte va a ratificar”, aseguró Herdocia Sacasa en declaraciones a LA PRENSA.
La canciller colombiana reiteró que Nicaragua está desesperada por el fallo que emitirá próximamente la CIJ. Podría decirnos ¿cuáles son las fortalezas de Nicaragua en el juicio?
Entre otras, podemos citar básicamente tres: Creo que una de las fortalezas fundamentales de Nicaragua es que la propia Corte, en su fallo del 2007 sobre Objeciones Preliminares, reconoció de manera categórica y terminante que el Tratado Bárcenas Meneses-Esguerra de 1928, no había establecido ni por implicación una frontera en el meridiano 82. Una derivación mínima de esta afirmación es que Nicaragua tiene entonces al menos, todos sus derechos plenos a la Plataforma Continental y a la Zona Económica Exclusiva.
CIJ HUNDIÓ EN EL MAR PLANTEAMIENTOS COLOMBIANOS
Otra fortaleza de Nicaragua es que en ese mismo fallo, la Corte ya reconoció que la situación de los títulos sobre los cayos de Roncador, Serranía y Quitasueño, no fueron adjudicados en el referido tratado de 1928, tal como Colombia ha venido sosteniendo históricamente.
Creo que es Colombia la que tiene que estar inquieta y preocupada, pues la verdad sobre la insostenibilidad del meridiano 82 es una historia pasada, un hecho completado por el fallo de 2007, que ahora la Corte va a ratificar en todo caso, pues es un hecho pre-anunciado y escrito y el mapa de Colombia. Como he indicado antes, va a tener que realizar un reacomodo territorial gigantesco para abrir espacio a plenitud a los derechos de Nicaragua. La otra Nicaragua en el Mar va a entrar en el mapa colombiano por la fuerza del Derecho Internacional”, afirmó Herdocia Sacasa.
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Es decir, la voz misma de la Corte ha destruido y hundido en el mar dos de los planteamientos fundamentales que históricamente ha venido sosteniendo Colombia: la idea de una frontera encerrando a Nicaragua en el meridiano 82 a escasas 61 millas náuticas de la costa de Nicaragua en su parte más cercana y la idea de ciertos accidentes insulares cuya soberanía habría sido adjudicada por tratado.
A su vez, este fallo rompió la idea colombiana de un mega-archipiélago, pues si tales cayos no fueron adjudicados en el tratado, es precisamente por que no forman parte del archipiélago.
IMPOSIBILIDAD DE OBSTRUIR SALIDA AL PAÍS
La tercera fortaleza de Nicaragua descansa en la propia jurisprudencia de la Corte y de otros tribunales. La idea de encerrar a un país y cortar su proyección marítima a su Zona económica Exclusiva y a su Plataforma continental es contraria a las tesis más elementales en materia de Derecho del Mar. La jurisprudencia de la Corte ha sido contundente al establecer la imposibilidad de obstruir la salida de un país a su propio mar y cerrar la salida natural a sus espacios marítimos.
Esta imposibilidad jurídica ha encontrado eco y refugio en numerosa jurisprudencia. Sin duda, el llamado test de proporcionalidad( contenido en las etapas de delimitación fijadas por la Corte) no permite una delimitación inequitativa donde, según Colombia, veinte kilómetros de costa de islas pueden “tapar” y oscurecer el derecho de los 450 kilómetros de costa de Nicaragua en su proyección sobre y bajo el mar. Una tesis semejante, es ajena y extraña totalmente al Derecho del Mar. Los principios jurisprudenciales y de la propia Convención sobre Derecho del Mar sobre una delimitación equitativa y proporcional, desdicen de una pretensión como la colombiana que trata de encerrar y contener a Nicaragua ahora en una línea que trata de replegar a Nicaragua, incluso al Oeste del Meridiano 82.
Es un caso de injusticia manifiesta, visible e innegable, doblemente negativa para cualquier tribunal por estar respaldado por fragatas y aeronaves.
ISLAS SERÁN ENCLAVADAS
Igualmente, creo que la jurisprudencia anterior de tribunales ha favorecido la tesis de que islas que se encuentran en la zona de adyacencia cercana a las costas continentales de un estado distinto, deben de ser enclavadas y tal enclave no debe interponerse o privar de derechos al soberano territorial de la costa, en este caso, Nicaragua.
¿Para cuándo se espera el fallo de la CIJ y cuáles serían los escenarios posibles?
Todo el proceso de alegatos, tanto orales como escritos, ha terminado. La Corte posiblemente ha terminado o está terminando ya su proceso de elaboración de la sentencia definitiva e irrevocable.
Yo veo dos escenarios posibles solamente, en relación con la Delimitación: a) un fallo de conformidad con las expectativas de Nicaragua estableciendo un límite en la zona donde las respectivas plataformas continentales se traslapan o al menos, b) un reconocimiento, como mínimo, de las 200 millas náuticas con derecho a pedir a la Comisión de Plataforma Continental la proyección superior a las 200 millas.
En cuanto a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, que estas sean enclavadas en un mar de doce millas náuticas, dado que están en el lado equivocado de la frontera y no deben interponerse a la salida natural de Nicaragua al mar.
Sobre los accidentes que no forman parte del archipiélago, tales como Roncador, Serranía y Quitasueño, que sean adjudicados a Nicaragua en cuanto a su titularidad. Lo importante es, además, que tanto Nicaragua como Colombia estamos dispuestos a aceptar el fallo y cumplirlo fielmente y de buena fe, abriendo un nuevo espacio de cooperación y entendimiento entre dos países latinoamericanos que seguramente van , a partir del fallo, a privilegiar una agenda de cooperación e integración robusta, fraternal y positiva para las aspiraciones de sus respectivos pueblos unidos por lazos estrechos de confraternidad y amistad.
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