Elízabeth Romero
A las casas del Instituto Centroamericano de Integración Social (ICIS) acuden constantemente mujeres que exponen casos de violencia patrimonial, económica, pero que también sufren violencia sexual, así como la violencia intrafamiliar.
Esto, según Fátima Alvarado Miranda, coordinadora técnica del proyecto de derechos humanos del ICIS, ratifica que en los hogares sigue habiendo violencia.
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Además las mujeres siguen siendo “revictimizadas” por funcionarios en las diferentes instituciones del sistema de justicia.
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“Se confirma una vez más cómo en los hogares existe la violencia y está a veces tan normalizada, por el sistema formativo que existe en nuestra familia, una familia que forma en base al castigo, una familia que forma en base a la desvalorización”, dijo Alvarado.
Ese organismo forma a líderes eclesiales y comunitarios en distritos de Managua y la Región Autónoma del Atlántico Norte, donde capacitan a las mujeres para que “puedan visionar nuevos escenarios de vida como mujeres para la defensa de sus derechos”.
A las mujeres las capacitan en el desarrollo de conocimiento, como por ejemplo derecho y vida, liderazgo, autoestima y marco jurídico legal que protege a las mujeres.
“Se prepara a las mujeres principalmente con una metodología vivencial, una metodología que parte de las historias de las mujeres, una metodología donde las mujeres son capaces de reconocerse como sobrevivientes de diferentes tipos de violencia”, explicó Alvarado.
Actualmente esa organización desarrolla un foro centroamericano denominado “Abriendo caminos para la transformación y la promoción de los derechos humanos”.
SIN APROPIARSE DE LA LEY
La procuradora especial de la Mujer, Débora Grandison, aseguró que pese a que desde hace más de cuatro meses se implementa la Ley 779, Ley Contra la Violencia hacia la Mujer, hay funcionarios de instituciones que todavía no se apropian de la norma. Igualmente las víctimas aún siguen desconociendo la trascendencia de la ley como por ejemplo, que hay un delito de violencia económica y que hay medidas precautelares para los victimarios. Grandison estimó que muchas veces esto ocurre porque las mujeres temen que el hombre no les pase para la alimentación de los hijos.
Alvarado coincidió en que hay casos en que por temor las mujeres no denuncian a sus victimarios. Es por eso que considera que es importante que las mujeres superen los miedos, pues muchas veces hasta intentan retirar la denuncia.
Grandison apuntó que es importante que las mujeres conozcan que la Ley 779 establece que una vez presentada la denuncia, las autoridades pueden proceder en esos casos.
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