Luego de la tragedia ocurrida el viernes por la tarde, cuando un niño de 8 años perdió la vida tras caer en un manjol, desde el mediodía de ayer trabajadores de la Alcaldía de Managua trabajaban para ubicar una tapa plástica en el lugar.
La tarde del viernes a las 3:15 p.m. Derext Ríos Gómez salió de su casa para comprar unos helados en una venta localizada a una cuadra de su hogar. El pequeño nunca llegó a su destino ya que término desnucado en un manjol de seis metros de profundidad que se encontraba sin tapa, ubicado a menos de cincuenta metros de su casa.
Aunque en la entrada de la casa de los padres del pequeño fallecido hay un letrero que indica reducción de velocidad, los conductores hacen caso omiso.
“Estamos sobre la calle principal de Loma Linda y aquí los vehículos pasan a mil por hora sin importarles nada”, comentó Karen Gómez, madre del pequeño fallecido.
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Jairo Ríos, de 32 años, fue quien encontró el cuerpo sin vida de su hijo. “Después de buscarlo por todo el barrio con sus hermanitos, fui hasta la Estación Tres de la Policía a reportarlo como desaparecido porque creía que me lo habían robado, pero me dijeron que no podían hacer nada hasta que pasaran más de 48 horas, así que regresé a la casa por una pichinga de agua y continuar con la búsqueda por nuestra propia cuenta”, relató Ríos.
A las 6:00 p.m. del viernes el angustiado padre pensó en encontrar a su hijo herido y tirado en la cuneta de la carretera de Loma Linda, cerca de su casa.
“No caminé ni cincuenta metros cuando alumbré dentro del cauce y ahí encontré el cuerpo de mi hijo”, dijo desconsolado.
MAYOR PRECAUCIÓN
Los familiares del niño y los vecinos solicitaron a las autoridades correspondientes tomar cartas en el asunto.
“Que esto sirva para que las autoridades pongan más atención y eviten desgracias, porque después de ese manjol a una cuadra hay otro sin tapa, donde un joven se lesionó hace unos días”, expresó Karen Gómez, madre del pequeño fallecido.
Luis Gutiérrez, obrero de la comuna capitalina, dijo: “Este manjol no tiene ni un mes de estar instalado y al igual que él hay otros que están en el mismo estado porque la gente roba la tapas para sacar el hierro y venderlo a las chatarreras”.
La madre del niño fallecido dijo que a treinta metros de su casa hay una canaleta que está tapada con una parrilla de perlines que atenta contra la vida, ya que caballos y vacas se han torcido las patas y uno que otro niño ha quedado con los pies metidos entre los perlines.
Ya perdimos a un hijo y no queremos perder a los otros cuatro, por eso es importante que esto quede de precedente para tener más control en las obras públicas que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos”.
Jairo Ríos, padre de la víctima.
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