TATYANA LUNAVIDA
La vida te da muchas sorpresas. Un día tienes todas las comodidades y otras veces por circunstancias ajenas, las bendiciones o la suerte cambia radicalmente cuando recibes la carta de despido.
Es claro que semejante noticia para algunos es casi un motivo de un infarto, y no es para menos, si al momento las preocupaciones de cómo mantendrás a tu familia empiezan a surgir.
Es en ese momento que debes estar tranquilo y muy relajado para poder pensar qué harás, y dejar atrás los sentimientos negativos que te provoca el despido, tal vez porque piensas que el que te hayan corrido del trabajo haya sido por una injusticia o por un error que no querías cometer.
A eso se agrega que el tener un trabajo es una especie de representación simbólica bastante significativa para la sociedad.
Lo que sientes
El psicólogo César Briones Mendieta expresa que cuando el despido es inesperado a la persona se le hace difícil adaptarse a esta nueva condición de vida, y casi siempre la persona se siente ansiosa, deprimida, el autoestima empieza a deteriorarse hasta incluso no querer llegar a hacer nada.
Otras veces las enfermedades empiezan a hacer de las suyas y hasta el cuerpo va perdiendo sus energías para seguir con su vida.
En otros casos, la situación es peor, y se deprimen tanto que abusan del alcohol y hasta de sustancias prohibidas. Pero eso no es todo, el despido también puede afectar en gran manera a la convivencia familiar, y más si eras la única persona que aportaba dinero para sufragar los gastos del hogar, expresa Briones Mendieta.
Aunque en el caso de los varones, a causa del machismo la situación es peor porque para ellos es como que pierden el rol de proveedor o cabeza del hogar.
Sal adelante
No pienses que esto no se va a solucionar, porque estás errado. Ahora te enfrentarás a algunas limitaciones, pero si te esfuerzas podrás encontrar un trabajo que llene tus expectativas o bien puedes empezar a forjar ese negocio que tanto deseabas tener cuando estabas laborando.
Aunque también el despido puede ayudarte a tener nuevos retos e incluso tener mejores oportunidades salariales y de desarrollo personal y profesional.
Así que compra el periódico, levántate de la cama y busca un trabajo.
Manos a la obra
Si ya te urge encontrar trabajo, comunícale a tus familiares y amistades tu situación, y diles que cualquier oportunidad que sepan de una vacante te avisen para que puedas optar a ese puesto, así que deja la pena y reafirma esa amistad con los tuyos. También puedes hacer un plan de qué empresas puedes visitar en la semana para no desperdiciar el tiempo que tienes. Cuidado con que te olvides de preparar tus documentos, que es esencial para tu contratación.
Listo para un nuevo comienzo
En el caso de que tengas una entrevista de trabajo ni se te ocurra hablar mal de la empresa donde te despidieron, más bien muestra que tienes los conocimientos suficientes para desempeñar la vacante que solicitas y todas esas cualidades que te hacen ser un buen profesional, afirma Ludendorf Suce Montiel, psicólogo del Hospital Cruz Azul. Si quieres saber más del tema puedes escribirle al especialista a [email protected].
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