Martha Vásquez
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“Ya nos desgraciaron la vida, destruyeron nuestros hogares, qué más quiere la Alcaldía de nosotros, después que nos utilizaron, que nos pusieron un bozal en la boca”, dijo decepcionado Mario José Cortez Urrutia, uno de los procesados por la sustracción de 3.4 millones de córdobas de las arcas de la Alcaldía de Managua.
El dinero sustraído fue para pagar a los rezadores que se mantenían en las rotondas en el 2009, según declaraciones de uno de los procesados durante el juicio oral y público.
El descontento de Cortez se debió a que ayer la juez suplente del Juzgado Cuarto de Ejecución de Sentencia, Ericka García, rechazó el recurso de suspensión de la pena, de cuatro años de cárcel, por no cumplir requisitos.
“NO APLICÓ RETROACTIVIDAD DE LA LEY”
Sheyla Cieza, abogada de German Palacios Chavarría, dijo que simplemente la judicial no quiso aplicar la retroactividad de la Ley y que hay desigualdad en la aplicación de las leyes contra sus defendidos.
Los procesados fueron condenados en primera instancia por peculado y falsificación de documentos por lo que los condenaron a 9 años de cárcel, pero en apelaciones les modificaron la condena reduciéndola de 9 a 4 años y en casación los magistrados de la Sala Penal de la Corte les cambiaron el delito de peculado a estafa y les mantuvieron la pena.
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