Martha Vásquez
Defensores de derechos humanos señalaron a los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de ser cómplices de los agresores sexuales, al emitir sentencias que los favorecen sin argumentos valederos al criterio de los activistas.
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“Existe una voluntad institucionalizada de complicidad para con los abusadores sexuales de niños, niñas y adolescentes, por parte de las instituciones del Estado que promueven la impunidad y protegen a los delincuentes”, reza el comunicado que leyeron ayer frente a la Corte, durante un plantón que duró dos horas.
La manifestación se dio para exigir que la Sala Penal de la Corte revoque la sentencia donde disminuye la pena de 15 a 6 años de prisión a Jimmy Fariñas Alvarado condenado por violación agravada en perjuicio de un niño de 11 años.
“La actuación de las magistrados deja en evidencia la violación a los derechos humanos del niño que fue víctima y el incumplimiento por parte del Estado de Nicaragua a convenios internacionales y sus propias leyes y responsabilidades”, dijo Martha Marina Blandón, activista feminista y promotora de salud.
Las demandantes también recordaron a las autoridades de gobierno que en el 2012 el Instituto de Medicina Legal realizó 5,371 peritajes sobre violencia sexual y el 50.8 por ciento de estos se practicó a niños menores de 13 años.
“Los datos son alarmantes, conmovedores y los magistrados todavía resuelven a favor de los agresores sexuales, esto no se puede permitir”, se quejó Blandón.
Magaly Quintana, del organismo Católicas por el Derecho a Decidir, expresó que este tipo de sentencias donde los magistrados argumentan la falta de antecedentes penales y la pena moral causada al agresor, solo vienen a sentar mal precedente y abren las puertas a la impunidad.
Blandón agregó que cada sentencia que emite la Corte revela que lo que dicen las leyes está en papel mojado en materia de respeto y de resarcimiento a las víctimas cuando de violación sexual se trata.
“Los magistrados invocan la pena moral del agresor, pero no ven el de la víctima y su familia. Nosotros hemos visto el dolor del padre del niño y ahora darse cuenta que la gravedad del delito para los que administran justicia es mínimo” es decepcionante.
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