Ricardo Albillos EFE
A su último disco lo tituló Renacimiento, y algo hay de eso en el quehacer y en el día a día de este artesano de la música cubana y de los ritmos de su isla.
“Soy diabético e hipertenso, pero cuidándote se puede llevar una vida normal”, ha dicho. Vive con su cuarta esposa, la historiadora Nancy Pérez, y sus mellizos de cuatro años, y con ese disco, el cuadragésimo sexto de su carrera, quería hacer “un gran homenaje” a la música cubana y, por qué no, también a sí mismo.
En Renacimiento , Milanés, miembro de la nueva trova cubana y simpatizante del régimen castrista, también habló, como en su trabajo anterior, Regalo , de Cuba, de la isla que él vive a diario.
“Las cosas siguen igual, tratando de resolver problemas cada día y con muchísimos emprendedores, pero no salen porque hay una burocracia muy fuerte”, advirtió este cronista, como le gusta llamarse, sobre lo que pasa en su isla.
Y cómo compone Milanés, después de tantos años al pie del cañón. “Me levanto a esperar a que la musa baje y, si no, la bajo yo”, se sincera el autor de clásicos como Yolanda o Para vivir .
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