Roy Moncada
Apenas 21 días han pasado desde que la cooperación española entregó a la Alcaldía de Managua el proyecto Cierre de La Chureca y la Miseria, como un fantasma ha vuelto al lugar poco a poco.
Pese a que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) construyó una planta para procesar los desechos de la capital, entre ocho y diez camiones de basura domiciliar tiran basura al fondo del vertedero, donde unas 80 personas extraen papel, plástico y metales de los cerros de desechos.
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Arnulfo Alegría rebusca en la basura que el tren de aseo no lleva a la planta, y de ahí logra reunir 150 córdobas diario; él explica que el problema es que la planta no está trabajando al ciento por ciento. “Es después de mediodía que vienen los camiones con la basura, y nosotros que no tenemos trabajo en la planta nos fajamos aquí”, dice Alegría con un saco a cuestas, donde mete el material que luego venderá a los recicladores. El lugar donde se llevan los desechos que no pasan por la planta está ubicado en una loma en el fondo de La Chureca. Desde la entrada del vertedero se observa el merodeo de zopilotes sobre la basura.
Según los “pepenadores”, el lugar era exclusivo para la basura que llevan los camiones o camionetas, pero desde semanas atrás se le permite el ingreso al tren de aseo, a partir del mediodía.
“A nosotros nos ayuda esto (que una parte de desechos no sea llevada a la planta) porque cuando viene acá sacamos algo de dinero y este es el único ingreso, porque ninguno tiene trabajo y hay que comer”, dijo José García, “pepenador” informal de la zona.
Antes que los españoles entregaran formalmente el proyecto que costó 41.2 millones de euros, el Concejo anterior (2009-2012) aprobó la creación de la Empresa de Tratamiento Integral de Desechos Sólidos del Municipio de Managua (Emtrides), perteneciente a la Alcaldía de Managua.
El Concejo, en ese momento, aprobó destinar para Emtrides en 2013 un capital inicial de 50 millones de córdobas, para asegurar que la planta funcionara completamente. De acuerdo con la Aecid la planta tiene la capacidad de procesar más de 1,400 toneladas de basura.
Sin embargo se desconoce por qué no todos los desechos están siendo procesados por la planta, una de las más modernas que existen en Latinoamérica.
En una visita que realizó LA PRENSA ayer al lugar, se comprobó que varias personas con camisas con los logos de Emtrides vigilaban la entrada y salida de los camiones de basura.
Además una pala mecánica amontonaba la basura, lo que era aprovechado por los más de 80 “pepenadores”, que con un saco colgado en el hombro y gancho en mano, escudriñaban entre los desechos, como en los no tan viejos tiempos.
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