Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) tiene el 51 por ciento de la participación accionaria. La obra será construida en la zona costera de Miramar, Nagarote.
José Denis Cruz
Aquí solo hay tierra compactada. Ese ha sido el único avance de la refinería El Supremo Sueño de Bolívar, que en cinco años ha recibido 233.2 millones de dólares.
Sin embargo, ese dinero no se ve ejecutado en obras y salta la interrogante sobre cuál podría ser el paradero de los fondos.
De acuerdo con el Banco Central de Nicaragua (BCN), el año pasado se le inyectó a la refinería 141.2 millones de dólares. Pero los avances que supone una inversión de tal magnitud son invisibles.
En julio pasado LA PRENSA visitó el terreno donde se va a construir la refinería y una veintena de máquinas se encargaban de compactar el suelo en medio de lluvias.
Ocho meses después el panorama no ha variado. Las máquinas permanecen en el lugar y la gran diferencia es que ahora se han instalado cinco banderas, muy cerca de la carretera. Ondea la bandera de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Albanisa y la del Frente Sandinista.
Los 141.2 millones de dólares se han convertido en la cifra más alta que le hayan destinado al proyecto en cinco años.
La construcción de la primera etapa está estimada en 3,638 millones de dólares, según una ley especial aprobada el año pasado y comprende la construcción de plantas de refinación, almacenamiento y distribución de combustible y de llenado de gas licuado de petróleo.
En 2012 fue aprobada la Ley Especial Complejo Industrial El Supremo Sueño de Bolívar, la cual otorga amplios privilegios fiscales al proyecto.
Entre los beneficios se le libera del pago de impuestos y concede exoneraciones tanto en la fase de construcción como en la de operaciones a la refinería venezolana.
Se le concedió mediante dicha ley al Ministerio de Energía y Minas (MEM) —como regulador del sector— que otorgara a la empresa Alba de Nicaragua Sociedad Anónima (Albanisa) —como operador de la refinería— una licencia por 25 años para construir instalaciones petroleras, operar, importar, exportar, refinar, almacenar y comercializar hidrocarburos y sus derivados.
Además el MEM le dará treinta años de licencia para la generación eléctrica. En ambos casos la ley especial indica que dichos plazos son prorrogables.
El complejo petrolero que se pretende construir tendrá la capacidad de procesar 150 mil barriles de crudo por día. La inversión total del proyecto es de 6,500 millones de dólares y será ejecutado por Albanisa.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,9 A