Tras las consecuencias de la roya en los cafetales del país, los productores optaron por “recepar” las plantas de café, lo que significa cortarlas y dejar treinta centímetros del tallo para que vuelva a crecer.
Estas personas del municipio de San Ramón, en Matagalpa, aprovechan esos cortes para obtener leña y utilizarla en sus actividades diarias, de tal manera que el “recepo” no implique únicamente botar la planta de café afectada por la plaga, sino usarla para otros fines.
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