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Viviendo la sobriedad

Una de las personalidades que más destacan en cualquier lugar es aquella cuyas actitudes denotan orden y equilibrio, porque difícilmente cae en excesos de cualquier índole. Cuando una persona transmite esa armonía podemos afirmar que se esmera en vivir el valor de la sobriedad, que nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo un límite entre lo razonable y lo inmoderado. Partiendo de esta consideración, les comparto un extracto de un artículo sobre el tema publicado por encuentra.com, donde se menciona que la persona que vive este valor se reconoce por...

Alfredo Artiles

Socio Director de KPMG en Nicaragua

Una de las personalidades que más destacan en cualquier lugar es aquella cuyas actitudes denotan orden y equilibrio, porque difícilmente cae en excesos de cualquier índole. Cuando una persona transmite esa armonía podemos afirmar que se esmera en vivir el valor de la sobriedad, que nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo un límite entre lo razonable y lo inmoderado. Partiendo de esta consideración, les comparto un extracto de un artículo sobre el tema publicado por encuentra.com, donde se menciona que la persona que vive este valor se reconoce por:

· Encontrar el momento y la oportunidad para expresar sus palabras e ideas, empleando un lenguaje correcto.

· El uso moderado del dinero y de los bienes, así como guardar el orden en la comida, la bebida, el descanso y la diversión.

· El buen gusto para vestir apropiadamente según la ocasión.

· Vivir siempre de acuerdo a sus posibilidades.

Es de gran ayuda autoevaluarse y revisar la manera en que vivimos la sobriedad. Abajo algunas preguntas que le servirán:

· ¿Compro cosas para satisfacer una necesidad real o son para demostrar lujo, alimentar la vanidad o cumplir con un capricho? ¿Llevo un control sobre mis gastos?

· ¿Procuro cuidar y obtener el máximo rendimiento y beneficio de las cosas que poseo?

· ¿Dejo de prestar un servicio o cumplir con alguna obligación porque me produce incomodidad, reduce mi diversión o corta mi descanso?

· ¿Normalmente busco hacer notar mi presencia en todas partes?

· ¿Estoy alerta para evitar caer en cualquier tipo de excesos? ¿Me esfuerzo para no dejarme llevar y corregir esta situación?

Es importante tener presente que al esforzarnos por vivir este valor, nuestra voluntad se fortalece moderando nuestros gustos y caprichos, pues al no autoimponernos un límite, llegamos a una insatisfacción “por sistema” en la que siempre queremos más. De ahí surgen los vicios, la dependencia de las drogas, el deseo de placer sexual, la infidelidad, la pereza… Para lograr fortalecer nuestra voluntad y crecer en este valor, puedes llevar a la práctica las siguientes sugerencias:

· Aprende a administrar tu dinero. Primero cubre las necesidades primordiales, incluyendo el ahorro.

· Revisa si regularmente haces gastos en cosas superficiales y sin moderación: restaurantes, fiestas, bebidas, espectáculos, tratamientos de belleza, objetos personales (carteras, relojes, plumas, collares, bolsos, etc.).

· Procura obtener el máximo uso de las cosas y no las cambies simplemente porque en el mercado hay una más novedosa o porque todos tus amigos la compraron.

· Evita convertir tu hogar en una verdadera bodega donde acumulas bastantes cosas que jamás utilizas. Es correcto renovar el guardarropa, adquirir nuevos accesorios o aparatos, y hasta cambiar de automóvil con cierta regularidad… todo dentro de tus posibilidades. Vende o regala todo aquello que ya no usas. Importante: que estén en buen estado.

· Haz el propósito de moderar tus gustos y apetitos: compra menos golosinas; establece una hora para dormir y dejar de ver la TV, para llegar a casa después de una reunión o espectáculo, etc.

· Los días de descanso busca actividades que requieran menor esfuerzo y concentración del que habitualmente realizas en tu vida cotidiana. Deja mucho que decir quien permanece todo el fin de semana recostado.

Debemos considerar que también faltamos a la sobriedad por la vanidad, el afán de competir con los demás y demostrar que somos mejores, más importantes o más simpáticos. De nada sirve exagerar nuestra conducta y actitudes, como tampoco el gastar de más para aparentar lo que no somos.

El esfuerzo por vivir sobriamente ayuda a la persona a tener seguridad en sus capacidades y cualidades, mantener un control sobre su economía, alejarse de la pereza y los vicios, con la capacidad de ofrecer una amistad genuina y fundamentada en los valores humanos.

Economía liderazgo personalidad archivo

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COMENTARIOS

  1. Carlos Emilio Ortez Sarantes
    Hace 11 años

    Debemos nicaragüense seguir esta linea ya que somos un país tan pobre

  2. chiguin
    Hace 11 años

    todo eso tiene para mi unicamente sentido si se tiene la autodisciplina necesaria…entre la teoria y la realidad hay mucho espacio…

  3. erwin zavala
    Hace 11 años

    Interesante comentario, vale la pena aplicarlo a nuestras vidas, esa es la manera correcta para no vivir en la pobreza.

  4. el critico
    Hace 11 años

    Eso deberia de ponerlo usted en practica, debe de predicar con el ejemplo

  5. AAA
    Hace 11 años

    Crítico: Como sabe tu que no lo pongo en práctica???

  6. Francisco Castro
    Hace 11 años

    Nada peor para un disque connotado escritor de este tipo de textos que al menos una persona pueda pedirte predicar con el ejemplo y lamentablemente esto sucede porque NO PREDICA CON EL EJEMPLO

  7. Krischan
    Hace 11 años

    Muy buen articulo-lo difícil es la practica del mismo -toma su tiempo

  8. MTV
    Hace 11 años

    Excelente artículo! La verdad es que somos el resultado de nuestros pensamientos, y de la actitud ante la vida.

  9. El clinico
    Hace 11 años

    Palabras sabias

  10. FREPE
    Hace 11 años

    Seamos francos, nos retorcemos de orgullo al escuchar las verdades con las cuales, simplemente podriamos vivir mejor. Sin embargo, los halagos empalagosos de los “amigos” los recibimos con mucho beneplácito…
    Madurar es parte de aprender a reirse de si mismo, creo que si alcanzar la madurez estos principios tan verdaderos siempre nos van a parecer fuera de orden, o para otros…

  11. reina
    Hace 11 años

    Sr. Alfredo lo felicito por tremendo comentario, sería maravilloso que todos los seres humanos pudieran hacer lo correcto.

  12. Katty
    Hace 11 años

    Me parece un articulo muy interante y de mucha reflexion.

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