José Marcelo Ampié Mejía encontró en la cotidianidad de un indigente una forma de hacer arte. Así nació el Pensador metafísico, un cuadro hiperrealista que denota un profundo dominio del óleo, y que mereció ser el ganador del Premio de Pintura Arnoldo Guillén 2013, promovido por el Banco Central de Nicaragua, y dotado de 150,000 córdobas.
La obra que recrea a un mendigo “Cananón” de la ciudad de San Marcos, Carazo, fue para Marcelo un motivo en el que encontró riqueza visual con la que más adelante jugó e imaginó.
Una de las reflexiones de Ampié es que “siempre la pintura gana, cuando está hecha con la verdad”.
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“Me llamó mucho la atención de este personaje, sus ropas, y que por todos es conocido pero que a veces no miramos”, revela.
“Digamos que los pintores siempre han tenido esa curiosidad de retratar a las personas populares, como en el renacimiento que los grandes maestros los rescataban del olvido”, explica.
Respecto al oficio y el premio dice que “la pintura te exige dedicación, dejar un montón de cosas que te distraen. A mí lo que más me gusta es plasmar la realidad y no en marcarme en modas o tendencias del arte contemporáneo”, agrega.
También manifiesta que este reconocimiento representa un gran compromiso con la pintura, y tratar de desarrollarla lo mejor, imprimirle más estudio, y disciplina aun que sostiene que el reto es doble, porque es difícil vivir del arte en Nicaragua.
Marcelo, de 34 años, es estudiante de diseño, se considera un pintor autodidacta. Hasta la fecha no tiene exposiciones personales, solo colectivas, y un primer premio en pintura a nivel nacional cuando era adolescente promovido por la Asociación de Promotores de la Cultura.
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