Lucía Navas/ II y última entrega
En Nicaragua, de cada diez niños que inician la primaria solo cinco la terminan. El país tiene una de las tasas de retención escolar más bajas de América Latina, donde el promedio son nueve de cada diez estudiantes.
Si la radiografía global del sistema básico de educación en el país es mala, empeora entre los grupos de población. El 43 % de los niños más pobres no finaliza la primaria y el porcentaje sube a cincuenta en las comunidades rurales. En secundaria se repite la historia.
Estos números los brinda el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp) con base a los datos oficiales del Ministerio de Educación (Mined) y el estudio Educación en Nicaragua: Retos y Oportunidades, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Los datos indican que la reforma al sistema de enseñanza no puede basarse solo en la calidad sin que haya un cambio de la política de distribución del gasto social en el Presupuesto General de la República.
“Las zonas rurales siguen siendo doblemente excluidas del sistema de educación. El Gobierno habla de la universalidad pero centrado en ampliar la cobertura; se debe ir más sobre la calidad porque el aprendizaje es de los más bajos”, analiza Adelmo Sandino, investigador de Gobernanza e Inclusión Social del Ieepp.
POCOS MÉDICOS
También hay malas notas en varias áreas de la salud. En Nicaragua hay un médico por cada 4,163 habitantes. Para Sandino, esto es un claro indicador de lo que sufre la población en los hospitales, cuando se queja de la mala atención por el aumento de las horas de espera debido al insuficiente personal médico, sobre todo de especialistas.
El Consejo Superior de la Empresa Privada, Cosep, apuesta por un cambio radical en el uso de los fondos públicos, sobre todo en el Instituto Nacional Tecnológico (Inatec), y con ese fin ya se asignó a un representante en la Comisión Especial a cargo del tema.
“Recordemos que el sector privado aporta 960 millones de córdobas al año y solo estamos recibiendo alrededor de 60 millones en la preparación técnica de los empleados”, reclama José Adán Aguerri, presidente del Cosep. Sostiene que hay gran cantidad de maquinaria agrícola y no hay técnicos que la reparen, igual el sector construcción está creciendo y no hay suficientes soldadores y se necesitan mecánicos de vehículos.
“Es nuestra responsabilidad decirle a los jóvenes que hay carreras que ya están saturadas y que no les van a mejorar las oportunidades de vida, entonces lo que tenemos que enseñarles es el tipo de demanda que tienen las empresas”, expresó Aguerri.
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En América Latina, Costa Rica y Chile tienen uno de los sistemas de salud más eficientes. En Costa Rica hay un médico por cada 432 habitantes y en Chile es un doctor por cada 573 habitantes. El indicador destaca en Cuba al haber 138 habitantes por médico. En Guatemala es mejor que en Nicaragua, ya que la relación es de 1,172 personas por médico.
Sandino sostiene que este “indicador ha venido empeorando” en el país porque en 2008 habían 3,705 personas por médico”. La contratación de personal en el sistema de salud no va conforme al aumento de la población y entonces el déficit agrava, señala el experto.
La ineficiencia que exhibe el sector social es, para el Ieepp, un reflejo de que el Presupuesto de la República está mal distribuido, pese a que los recursos se incrementan y en el discurso oficial los hogares pobres son los priorizados.
CRECEN FONDOS, PERO MAL DIRIGIDOS
El Ieepp analiza que el Presupuesto 2014 aparenta un repunte en el gasto social en montos brutos, pero realmente “son inflados en buena medida su participación respecto al Producto Interno Bruto (PIB) por la incorporación de 1,215 millones de córdobas para pagar el bono-salarial a los empleados públicos.
El Mined cuenta con 9,047.9 millones de córdobas para 2014. El Ministerio de Salud (Minsa) tiene un presupuesto de 9,636.6 millones de córdobas. Sandino analiza que Educación y Salud aportan el 52 % al crecimiento del gasto real presupuestado para 2014.
¿Es un buen Presupuesto? Sandino dice que sí, viendo que el gasto se está ajustando y gana mayor participación lo social. Pero cuando profundiza si realmente el dinero público permite a los más pobres acceder a la enseñanza y a los servicios médicos, la conclusión es que no.
Para Sandino, el estudio Educación en Nicaragua: Retos y Oportunidades, del BID, concluye la necesidad de que el Gobierno replantee la política en educación porque la universalidad tiene una gran desigualdad. Apenas el nueve por ciento de los hogares más pobres accede a la matrícula escolar, mientras el treinta por ciento de los hogares con más ingresos ocupa los cupos.
“Si se quiere ver fríamente, el presupuesto a Educación no prioriza a los más pobres. Y de hecho el Gobierno en su gasto en pobreza amerita hacerse una revisión de esta programación presupuestaria”, afirma Sandino.
HACIENDA DEFIENDE
“Creo que se equivocó el Ieepp”, reacciona Iván Acosta, titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), al defender las asignaciones en el nuevo presupuesto: “Casi son del sesenta por ciento al gasto social”.
“Es un Presupuesto enfocado en la reducción de la pobreza. Sesenta centavos de cada córdoba están dirigidos directamente al gasto social”, sostiene Acosta.
Para el ministro se hace frente a la pobreza con la partida de 15,000 millones de córdobas que se destinan al Programa de Inversión Pública. “Este genera empleo haciendo carreteras, en el sistema de energía, agua, hablamos de recursos muy focalizados en el gasto social y reducción de la pobreza”, insiste el funcionario.
Sin embargo, los resultados de retención escolar y de cuántos niños aún siguen sin acceder a las aulas, son prueba de que la política presupuestaria y de enseñanza sí debe cambiarse o articularse mejor.
En 2014 se espera que la matrícula escolar total sea superior a 1,640,000 estudiantes, según el Mined. Sandino aplaude los grandes esfuerzos del Estado, pero aún hay retos porque “cuando vemos a la población de 5 a 19 años nos damos cuenta que hay entre 300 y 400 mil niños y jóvenes que siguen quedándose por alguna u otra razón fuera del sistema; algunos que repiten, otros desertan o no acceden del todo… Y los que no están accediendo a las escuelas son los hogares de menores ingresos”.
EMPEORA EN EL CAMPO
En el área rural el promedio de Educación es de tres grados, y en el área urbana es de cinco a seis grados. El Gobierno está preocupado por lo que sucede en la educación rural. Espera que en 2014 la matrícula de la secundaria en 367 escuelas del campo sea de 17,250 alumnos, pero solo el treinta por ciento (5,175) se ha inscrito.
El Ieepp y el BID, en su estudio, recomiendan al Gobierno de Nicaragua no seguir postergando una revisión profunda de la estructura presupuestaria a fin de que el gasto sea más eficiente y realmente priorice a las poblaciones de mayor necesidad.
Para Sandino, lograrlo no es fácil porque el actual Presupuesto es demasiado rígido debido al peso del bono salarial. Para él se requiere eficiencia administrativa y revisar la estructura tributaria para reducir las exenciones y exoneraciones a fin de que el Estado obtenga más fondos para destrabar la reducción de la pobreza.
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