Después que las fuerzas especiales reprimieron a los internos que protestaban en el Sistema Penitenciario de Cuisalá, muchas madres se mostraban desesperadas y presas de llanto al desconocer el estado de sus hijos y familiares.
El alcaide Darling Morales Duarte ha guardado silencio, desconociéndose la cantidad de reclusos heridos y golpeados producto de la vapuleada, las bombas lacrimógenas y balas de goma, utilizadas contra los internos, quienes desde el miércoles pasado iniciaron una protesta en demanda de lo que consideran sus derechos, que ven agravados como consecuencia del hacinamiento en que se encuentran.
Además de los familiares, tampoco se ha permitido el acceso a los abogados de los reos, pero los litigantes aseguraron que unos 15 internos gravemente lesionados fueron trasladados a la Cárcel Modelo de Tipitapa.
Cristina Godínez Machado dijo que llegó de Nueva Guinea a dejar comida a su hijo, Eddy López, pero no se lo permitieron. “Quiero saber qué pasó, si me lo mataron o qué le hicieron. Le pido al Gobierno que se apiade de las madres”, decía la anciana.
Reyna Zamora Medina clamaba ver a su hijo Darwin Duarte González. “Tengo 22 días de no visitarlo, nos han dejado con las cosas, él trabaja en artesanía y el dinero que se gana se los está quitando el alcaide. Él tiene diarrea de sangre y no atienden su salud”, manifestó.
Hazel Judith López, de Nueva Guinea, demandó el respeto a los derechos humanos. “Vengo a ver a mi hermano que está por la Ley 779, no nos dejan pasar, venimos a gastar, la protesta la tienen desde el miércoles y el problema lo ha causado el director. Están desnudando a las mujeres para requisarlas”, denunció.
El sacerdote Mario García, capellán de la Pastoral Carcelaria de la Diócesis de Chontales y Río San Juan, alertó en días recientes sobre los problemas generados por el hacinamiento en Cuisalá, donde la población penal sobrepasa la capacidad infraestructural y demandó inversión en las cárceles con el dinero decomisado a los mexicanos del caso Televisa.
REPRESIÓN
Algunos presos, contactados ayer vía telefónica, explicaron que la situación en las celdas es tensa porque las fuerzas especiales permanecen dentro del penal. También dijeron que están aislados en celdas y que solo les dan un tiempo de comida y una hora de agua.
Los presos denunciaron que los reos, que hablaron con los medios de comunicación en días anteriores, fueron desnudados y vapuleados delante de todos los demás presos de las galerías. En represalia, un grupo de los golpeados fueron trasladados a la cárcel Modelo de Tipitapa. “La situación está muy dura”, dijo el recluso.
Esta cárcel, situada en el kilómetro 118 de la carretera a Chontales, tiene capacidad para 400 pero hay mil presos.
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