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Elízabeth Romero
“Bajo este sistema lo que puede ser un juguete se convierte en un arma mortal”.
Así externó su preocupación el diputado liberal Javier Vallejos, por lo que puede derivarse de la iniciativa de Ley de la Policía que fue introducida en la Asamblea Nacional.
En un foro promovido ayer por el Instituto de Estudios Estratégicos de Políticas Públicas (Ieepp) representantes de diversos sectores expusieron que la ley “podrá ser buena”, pero aplicada en el contexto actual “puede servir para otros propósitos”.
Uno de los puntos que causó preocupación fue el de los policías voluntarios, pues según Vallejos, estos portarán armas de reglamento.
En el mismo debate, el comisionado mayor en retiro, Pedro Aguilar, recordó que los policías voluntarios han existido, sobre todo en el campo, durante los treinta años de la institución.
A su criterio, lo que debe analizarse a partir de la iniciativa es: “¿Cuáles son los requisitos para ingresar? ¿Cuáles son las referencias que se van a tomar? ¿Quién va a respaldar para que ingresen? ¿Van a ser orejas?” Aguilar manifestó que los policías voluntarios son incorporados en el campo y son personas con problemas de empleo.
Elvira Cuadra, directora adjunta del Ieepp, expresó que según la iniciativa, existe el riesgo a la permanencia indefinida de los cargos superiores en la jefatura nacional de la Policía, pues igual que pasó con el Ejército, creará una especie de tapón que estanca la promoción de los oficiales superiores.
Según ella, contradice la sucesión y continuidad policial experimentada en las dos décadas anteriores.
Cuadra también destacó que en la iniciativa queda legalmente establecida la eliminación del Ministerio de Gobernación “como filtro”, aunque ya de hecho esto también ocurría. A su criterio, este “filtro” debería continuar “para asegurar que actúen apegados a la ley y a principios democráticos”.
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