Wendy Álvarez Hidalgo
II PARTE Y FINAL
Entre 2009 y 2013 el salario promedio nacional solo se incrementó en tres dólares. Una mejoría que contrasta con el aumento de 42 dólares que experimentó la canasta básica. La posibilidad de que esa realidad cambie en el próximo quinquenio es reducida, porque ahora los empresarios están presionados por el aumento gradual en el aporte que dan al Seguro Social, que ocasionará que en 2017 paguen 18.8 más que en 2013.
La reforma al Seguro Social, que entró en vigencia este año, trajo consigo un componente invisible: las empresas se limitarán al momento de incrementar salarios, porque mejorar salarios será sinónimo de más pago al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), un golpe que muchos no están dispuestos a asumir.
Las cifras confirman esa realidad. Basado en una simulación realizada por LA PRENSA con apoyo de financieros, si este año una empresa con una nómina de medio millón de córdobas decide aplicar un incremento del diez por ciento a sus trabajadores, eso implicará que su planilla se eleve a 550 mil córdobas.
Antes de la reforma al Seguro Social, por ese monto la empresa solo hubiese pagado mensualmente 88 mil córdobas con una tasa de aporte patronal del 16 por ciento. Ahora, con el aumento este año de un punto porcentual (a 17 por ciento) en la tasa se tendría que aportar 93,500 córdobas mensuales, lo que equivale a 162,000 córdobas anuales.
Ese aporte significaría 102 mil córdobas más de lo que pagaría si decidiera no elevar el salario, cuyo pago acumulado anual sería de 60 mil córdobas adicionales a antes de la reforma del Seguro Social.
Zelaya manifestó que otro elemento que incidirá al momento de definir si se incrementa la masa salarial es la participación de la nómina en los costos de operación de las empresas. En el caso de los exportadores, que no pueden trasladar ese aumento de costo en los precios, se verán más presionados.
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Si después de ese ajuste salarial la empresa mantiene congelada la nómina, en 2017 una vez que se haya elevado gradualmente la cuota de la patronal (tres puntos porcentuales), por esos 550 mil córdobas la empresa del ejemplo estará enterando al Seguro Social 294 mil córdobas anuales, es decir 114 mil córdobas más respecto a lo que hubiese pagado si no hubiese mejorado los salarios.
El director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), Dean García, dice que la presión recae principalmente en sector donde la nómina salarial tiene mayor peso en los costos de operación.
Ese es del caso de las empresas que operan bajo el régimen de zona franca, indica, donde cerca del 80 por ciento de los costos están relacionados con la mano de obra.
“Cualquier incremento pega bastante fuerte en lo que es la relación costo de producción”, advierte García, y admite que la reforma al Seguro Social era necesaria para salvar la deterioradas finanzas de esa institución, pero que esperaban que la carga fuera compartida, algo que considera no fue así.
El representante de Anitec recuerda que cuando se aumenta salario no solo se eleva el pago al Seguro Social, también se incrementa la contribución al Inatec y otras obligaciones de la empresa por efecto de convenios colectivos, pago de horas extras, por ejemplo.
“Solo unas cuantas partes fuimos los que asumimos los costos, por una parte del sector empresarial y por otra parte un segmento del sector laboral que tiene salarios un poco más altos”, afirma.
Según el balance hecho por LA PRENSA, al término del ajuste de la tasa de la patronal, todas las empresas aportarán 18.8 por ciento más que antes de la reforma. Pero el director de Anitec afirma que en términos reales para el sector textil el aumento de la carga puede llegar a significar un 50 por ciento, pues emplea a unas 80 mil personas de las más de 100 mil que laboran en el régimen de zona franca.
CLASE MEDIA CASTIGADA
Con el aumento en el techo del salario máximo cotizable se castigará a la clase media. Este pasó de 37,518 a 54,964 córdobas en 2014, y se irá ajustando hasta alcanzar en 2017 los 79,832 córdobas.
Antes de la reforma, un trabajador que tenía un salario mensual mayor a los 60 mil córdobas aportaba al INSS 2,344.88 córdobas, pero este año este se elevó a 3,435.25 córdobas. Mientras que los que ganan más de 100 mil córdobas mensuales, en 2017 estarán aportando 4,989.50 córdobas, más del doble en relación con 2013, según se desprende del análisis hecho por este Diario basado en lo pactado por los empresarios, sindicatos y Gobierno en diciembre del año pasado. “Hay una clase media de salarios altos que están pagando el costo”, afirma García.
DESINCENTIVO A LA FORMALIDAD
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua, Eduardo Fonseca, coincide con García en que se está castigando a los salarios de clase media, y se queja de que no se haya buscado medidas que abarcaran a los que están en la informalidad. “Si en Nicaragua todos pagáramos, no solo los formales que somos unos pocos, todo sería diferente”, apunta.
El Gobierno planea en los próximos años incrementar en un siete por ciento la base de contribuyentes, algo de lo cual Fonseca no está convencido de que se pueda lograr, porque cree que ahora las empresas serán más austeras al momento de contratar personal a medida que la carga al Seguro Social se vaya incrementando.
“Por supuesto que este aumento en la cuota al INSS desincentiva la contratación de personal y las mejoras salariales”, enfatiza Fonseca.
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