Leonor Álvarez y Elízabeth Romero
La sorpresiva visita a Nicaragua, del presidente ruso Vladimir Putin, la tarde del viernes 11 de julio, ha sido interpretada de diversas maneras, desde que Putin hizo escala en Managua para abastecer de combustible su avión, hasta que hizo una parada para agradecer al presidente inconstitucional Daniel Ortega que haya sido el único mandatario que lo apoyó en el reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
El especialista en temas de seguridad Roberto Orozco, en términos generales, considera que fue una “visita muy importante” en el marco de un interés de Rusia de transformar el orden “unipolar” del mundo a un orden “multipolar”.
“La política internacional rusa quiere cambiar el eje unipolar mundial, es decir, Rusia no quiere a Estados Unidos como hegemonía mundial, entonces (China y Rusia) quieren ser un punto de eje muy importante, a través del cual los intereses internacionales se muevan y hablo de intereses económicos, políticos y de seguridad”, manifestó el especialista en temas de seguridad.
CONCRETARON RELACIONES
Por otra parte, Orozco valoró que desde la perspectiva de Nicaragua, esta visita viene a concretizar las relaciones que se han venido observando con funcionarios rusos en los últimos meses.
En un futuro próximo Orozco cree que podemos estar viendo “una presión por parte de Rusia para que Nicaragua materialice” asuntos como la construcción de “algunas instalaciones” que “manifiesten la relación bilateral física entre Nicaragua y Rusia” o lo que Orozco no considera correcto llamar “bases rusas”.
PARADA TÉCNICA
Para la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, la llegada de Putin no debe ser motivo de preocupación, pues no fue más que una parada técnica para “echar gasolina” y por tanto, a criterio de Núñez, ese encuentro fue “sin ningún contenido”.
“Bien pudo ser que no quiso dejar a Cuba sin gasolina”, señaló Núñez, tras recordar que cuando fue expuesto el recorrido de Putin por Latinoamérica en las noticias internacionales, no estaba previsto pasar por Nicaragua.
A finales de febrero, agencias internacionales dieron a conocer declaraciones del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, quien refirió que Rusia tiene planes de ampliar el número de bases militares de reabastecimiento en el exterior y entre esos países se mencionó a Nicaragua.
Además, Núñez basa sus afirmaciones en el tiempo que Putin permaneció en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino y piensa que en una hora y veinte minutos es muy poco lo que podían conversar.
Tampoco Ortega acudió con los funcionarios adecuados para tal ocasión, como son el canciller de la República y el ministro de Cooperación Externa, expuso Núñez.
A su vez, Núñez calificó de “imperdonable” que Ortega haya llegado únicamente con su esposa, Rosario Murillo, y los jefes de la Policía Nacional y el Ejército, primera comisionada Aminta Granera y el general Julio César Avilés, respectivamente. Aunque piensa que esto tiene un mensaje: “Él quiere demostrar que hay que fortalecer su poder militar”.
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