Gloria Picón y Tania Sirias
La Iglesia católica, el Gobierno, organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, embajadas, gremios empresariales y gremios sindicales condenaron los ataques con armas de fuego contra dos caravanas en las que viajaban simpatizantes del Frente Sandinista y dejaron como resultado cinco muertos y 19 heridos, el pasado 19 de julio, pero a la vez piden imparcialidad en las investigaciones policiales.
En un comunicado la Arquidiócesis de Managua calificó los hechos como un “terrible acto criminal” y condenó el acto violento que deja luto en las familias de las personas fallecidas y a todo el país que “vive con dolor y repudio este hecho tan inhumano e irracional”.
En el comunicado, firmado por el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar Silvio Báez, se hace un llamado a todos los nicaragüenses para que “finalmente erradiquemos de nuestra historia y de nuestro corazón el odio, la confrontación irracional y la violencia”.
A la condena y repudio de los hechos de violencia se sumaron la Embajada de los Estados Unidos, la Embajada de Alemania, el Consejo Superior de la Empresa Privada, La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua, Hagamos Democracia, Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), el Partido de la Resistencia Nicaragüense (PRN), el Frente Nacional de los Trabajadores y otros.
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Al final de la tarde el presidente inconstitucional Daniel Ortega, durante un breve acto religioso oficiado por el cardenal Miguel Obando y Bravo para rendir homenaje a los fallecidos, calificó los hechos como un acto de la “irracionalidad”, del rencor y el odio.
“Son minorías pero están latentes y de repente salen con actos abominables como estos. A todos los hermanos queremos ratificar que hoy más que nunca nuestro compromiso con las fuerzas de la paz, las fuerzas del amor, hoy más que nunca los ratificamos”.
Ortega agregó que Nicaragua despierta admiración porque es un país con los más bajos índices de violencia y que lo acontecido el sábado pasado es producto de “rencor, de odio, porque para asesinar hay que llevar adentro mucho odio, mucho rencor”.
PIDEN JUSTICIA
En su comunicado los obispos de la Arquidiócesis de Managua piden justicia, indicado que “la caridad evangélica exige la justicia (Caritas in Veritate, 6). Y cuando la justicia ha sido quebrantada, hay que restablecerla con las penas correspondientes establecidas en nuestras leyes; en primer lugar para asegurar que nuestra sociedad no se construya sobre el terrorismo, la impunidad o el encubrimiento cobarde de eventuales actores intelectuales”.
Ortega, por su parte, expresó su compromiso para que las autoridades vayan a fondo, capturen y castiguen. “Aquí no se trata de ir por la vía de la venganza, si escogiéramos el camino de la venganza estaríamos traicionando los compromisos que hemos asumido con la paz que hemos venido construyendo”.
Según Ortega, en el país hay autoridades competentes para investigar, detener y poner a la orden del juez y la Fiscalía y luego juzgar y sancionar cuando las pruebas así lo demuestren.
INVESTIGACIÓN IMPARCIAL
El Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas además de condenar los hechos, recomendó realizar una investigación “a fondo e imparcial” que permita esclarecer y desenterrar la violencia del país.
La Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham) condenó cualquier forma de violencia como mecanismo de promoción o de protesta. A la vez exigieron a la Policía Nacional “un actuar profesional e imparcial”.
La misma petición hizo el general en retiro Hugo Torres, quien solicitó que esta investigación policial se realice sin violentar los derechos humanos de los investigados.
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