LIMA/AFP
La policía peruana detuvo al presidente de la región de Loreto (norte), Yván Vásquez, quien se encontraba prófugo de la justicia y con orden de detención preventiva tras ser acusado de varios delitos de corrupción.
Se trata del quinto gobernador inculpado en los últimos meses de delitos en la función pública y con orden de detención, reflejo de los serios problemas de gestión en regiones de Perú, que en octubre votan nuevas autoridades.
Vásquez está acusado de haber beneficiado a una empresa en la licitación pública para la adquisición de cuatro embarcaciones fluviales valoradas en casi 9 millones de soles (unos 3.2 millones de dólares).
“Me pongo de derecho, no temo a la justicia y quiero enfrentar los procesos”, dijo Vásquez a un grupo de seguidores en un mitin la noche del miércoles en la ciudad de Iquitos, poco antes de ser arrestado por la policía.
El presidente regional permanece en un centro de salud bajo resguardo policial a raíz de una crisis nerviosa, informó la policía.
Luego de que se estabilice su salud será trasladado al penal de Guayabamba, indicó el general Víctor Meza, quien dirigió la detención.
El martes, Vázquez había dicho a la prensa local que estaba amenazado y que no se entregaría a la justicia porque no tenía garantías para su vida.
Una jueza dictó la semana pasada su orden de detención preventiva por 18 meses por supuesto delito de colusión agravada en el manejo de una licitación y otros delitos en la gestión del gobierno de Loreto.
En junio, Gregorio Santos, presidente de la región de Cajamarca (norte) y principal opositor a las inversiones del gigante minero Newmont, fue apresado al dictarse una orden de prisión preventiva en un proceso también por corrupción.
En la misma situación quedaron los presidentes de Ancash (norte) y Pasco (este), acusados por delitos en la función pública, mientras que el gobernador de Tumbes (norte), igualmente con orden de detención, se encuentra prófugo.
Perú realiza el 5 de octubre elecciones de presidentes regionales y autoridades municipales.