Carla Torres Solórzano
En Nicaragua y los hospitales públicos se agregan varios elementos. Primero, la mayoría de las infraestructuras son viejas y aunque se limpien ya tiene una cantidad de roedores y vectores, que no tiene un edificio nuevo. Además, el nivel de aseo no es el óptimo, y en tercer lugar muchas de esas enfermedades por el mal uso de medicamentos se convierten en organismos prácticamente resistentes a los antibióticos.
Según el presupuesto 2014 del Ministerio de Salud esta institución invertirá este año 1,368,374 córdobas en concepto de limpieza, aseo y fumigación en los centros de salud, hospitales del país.
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Entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de los pacientes que ingresan a hospitales modernos del mundo desarrollado contraerán una o más infecciones.
En los países en desarrollo, el riesgo de infección relacionada con la atención sanitaria es de 2 a 20 veces mayor que en los países desarrollados. En algunos países en desarrollo, la proporción de pacientes afectados puede superar el 25 por ciento.
Fuente: OMS
[/doap_box][doap_box title=”Los agentes infecciosos más comunes en los hospitales” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
Klebsiella pneumoniae: Este bacilo aerobio puede provocar infecciones en el tracto urinario (lo más frecuente), sistema respiratorio, tejidos blandos y heridas. En ocasiones, en organismos debilitados, puede desencadenar una infección generalizada (sepsis) que puede terminar con la vida del paciente.
Staphylococcus aureus: Los factores que predisponen al contagio son la hemodiálisis, la dermatitis, ser diabético insulinodependiente, la exposición previa a antibióticos, las quemaduras y la hospitalización prolongada.
Fuente: Erika Lawrence, epidemióloga.
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Ha pasado un año, pero ella recuerda como si fuera ayer el momento en que estuvo a punto de perder su vida con apenas veintisiete años, una hija y una carrera prometedora en el periodismo nacional.
Elba Cristina Parrales asegura que acudió a una clínica médica previsional, como asegurada, por un fuerte dolor en su brazo derecho y fue atendida por un ortopedista. “El diagnostico fue tendinitis. El médico me dijo que con procedimiento llamado infiltración, (introducir medicinas directamente en el sitio afectado), todo mis dolores iban a terminar. Fue todo lo contrario”, dijo Parrales.
Acerca del procedimiento médico recuerda que fue realizado en el consultorio, por el mismo médico, quien no utilizó ni guantes ni las medidas higiénico sanitarias suficientes. Además la jeringa y el medicamento eran muestra médica.
“El médico me dijo que dolería, pero cuando el dolor era insoportable, lo busqué. Me vio, se asustó de ver que no podía mover mi brazo derecho, de lo inflamado y rojo que estaba y aún así dijo que no era nada, que mi malestar seguro era otra enfermedad, que en el brazo no tenía nada”, recuerda impotente.
Ante la negativa de atención médica, Parrales acudió a un hospital privado, donde fue hospitalizada de emergencia porque estuvo en peligro de muerte durante los siguientes doce días, pues había adquirido una bacteria durante el procedimiento.
“Los otros ortopedistas que me atendieron me explicaron que la bacteria que me afectó solo se pudo haber metido en mi brazo por falta de higiene. Se metió a través de la aguja o puede que sea aérea, es decir que está en el ambiente del hospital”, denunció la paciente.
Como consecuencia Parrales asegura que estuvo dos meses sin mover el brazo, por lo cual necesitó fisioterapia. Además está en tratamiento por la prediabetes ocasionada por los medicamentos.
INFECCIONES NOSOCOMIALES
Erika Lawrence, jefa de epidemiología del Hospital Metropolitano Vivian Pellas manifestó que las infecciones nosocomiales son las adquiridas en un hospital. Algunas pueden presentarse en un paciente después de 72 horas de haber sido ingresado al centro asistencial; otras después de treinta días después de una cirugía y finalmente un año después de haberse colocado una prótesis .
Lawrence manifestó que no todas las personas ingresadas en un centro hospitalario son igual de vulnerables frente a estos microorganismos. Los casos más frecuentes son los pacientes inmunosupresos (con plaquetas o leucocitos bajos), porque sus defensas están más bajas, así como pacientes con largas estadías en el hospital y uso de antibióticos, ancianos, pacientes con tratamiento quimioterapia, entre otros.
Además, en el área hospitalaria, los pacientes más vulnerables a adquirir una bacteria son los que están ingresados en el área de cuidados intensivos, sala de operaciones, neonatos, entre otros.
LOS VECTORES
La epidemióloga explicó que en un hospital tiene que haber un programa de prevención y control de infecciones o epidemiología hospitalaria y dentro de ello debe haber control de plagas; lo que sucede es que hasta que se inundan se procede. Lo ideal es que se fumigue cada cierto tiempo y monitorear hasta la eficacia del desinfectante que se utiliza”, dijo Lawrence.
Además mencionó que una de las partes que también se debe vigilar es la desinfección correcta de los alimentos de los pacientes y del personal, así como garantizar que el personal de cocina esté sano.
En el caso de los quirófanos explicó que se deben limpiar inmediatamente después de una cirugía. El instrumental utilizado durante la operación se enjuaga, seca y se ponen en un esterilizador llamado autoclave, el cual se puede utilizar en frío y en altas temperaturas. En el caso de los hospitales públicos dijo que los instrumentos son envueltos en papel kraff o de envolver, pero no hay un integrador biológico que indique que es estéril.
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