Lucydalia Baca Castellón
Desde su primera visita al país en el 2008, invitado por el cónsul de Nicaragua en Miami, Luis Martínez, identificó en el déficit de viviendas una oportunidad de negocios. Cinco años después Alex De La Cruz, dice haber invertido unos 80 millones de dólares en la construcción de viviendas de interés social.
Actualmente desarrolla tres proyectos habitacionales en Managua, Granada y Chinandega. La empresa que fundó inicialmente, New Century Companies, ha dado paso a otras tres que brindan servicio a los complejos habitacionales y crédito a los cerca de setecientos empleados directos e indirectos de la empresa.
De La Cruz nació en Panamá, pero vive desde los diez años en Miami, Estados Unidos; y entre sus metas está abrir una financiera enfocada específicamente en otorgar préstamos para la compra de vivienda de interés social. Actualmente tramita los permisos de operación de la entidad que podría iniciar operaciones el próximo año con un capital de 300 millones de dólares.
En el 2008 fundó una empresa en el país, pero ahora tiene varias ¿cuáles son?
Estamos iniciando los trámites para abrir una financiera que se llamará Alianza Mundial, que se encargará únicamente de proporcionar crédito hipotecario para la compra de vivienda social. Estamos en el proceso de solicitar los permisos ante la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif). Esperamos que el próximo año ya esté operando y que en el futuro se convierta en un banco. En esta empresa se está planeando manejar 300 millones de dólares.
(También) manejamos en sociedad una empresa que brinda la seguridad de los proyectos con guardias armados, cámaras, vigilancia en las entradas y en las casas donde hay un sistema de alarmas. Se cobra una tarifa de 18 dólares mensuales.
En adición tenemos Conaser, que es la Compañía Nacional de Servicios, donde se ha hecho una inversión de unos dos millones de dólares en la perforación de pozos y construcción de una planta de tratamiento. Se encarga de brindar el servicio de agua potable a Ciudad El Doral y trata las aguas negras. Esta empresa maneja nuestros propios pozos y la calidad del agua, colocó los medidores, brinda el servicio y lo cobra. Esta empresa resuelve uno de los grandes problemas que tiene el país que es la falta de agua potable.
También tenemos registrada una empresa llamada Prestamax que sin ser una microfinanciera funciona como tal. Le presta a nuestros empleados que necesitan comprar un carro, una moto, mejorar sus casas y resolver otras necesidades. Es bien pequeña, para beneficio de los empleados, contratistas y quizás amigos; maneja un capital pequeño que no se puede precisar porque lo que presta lo pide prestado.
¿Cuánto empleo genera esta inversión de 80 millones de dólares?
En cuanto a empleos directos, en Ciudad El Doral son 234 familias las beneficiadas y en Granada 36 familias, pero también tenemos subcontratistas. Entonces si tenemos que totalizar el total de empleados diría que entre directos e indirectos generamos unos setecientos empleos.
Antes de llegar a Nicaragua ¿tenía experiencia en el sector construcción?
En Estados Unidos era inversionista de empresas que construían pero no las corría, tenía cierta experiencia pero como accionista, no como gerente general o presidente de una empresa que lo hace, que es una gran diferencia. Pero vengo al país, conozco al señor Luis Vega que era dueño de un terreno de 130 manzanas en Mateare, hago un arreglo con él para comprarle el terreno para iniciar operaciones en el país. El plan original era comprar el terreno, diseñar, contratar a una compañía constructora, contratar a alguien que hiciera el urbanismo y arrancar operaciones.
Pero obviamente en este país no es muy fácil hacer las cosas. Al final del día terminamos siendo socios de una empresa de construcción y de otras que al final terminaron siendo mías, quedé casi solo. Hoy en día somos constructores, hacemos nuestros propios movimientos de suelo, nuestras propias ventas, nuestras propias calles, hacemos casi todo nosotros mismos, con un conjunto de contratistas y empleados, o subcontratistas que trabajan directamente con nosotros, pero nosotros dirigimos la obra completa.
¿Cuál fue ese primer proyecto?
Fue Ciudad El Doral, su construcción inició en el 2010 y su plan incluye un total de 3,200 casas, pero vamos al ritmo de ventas, solo construimos hasta que la casa está vendida, actualmente llevamos unas 1,100 ya entregadas. El segundo proyecto está arrancando y es en Granada, Praderas del Mombacho, es un lugar muy bonito y están arrancando las ventas, se tiene previsto construir 533 casas, pero solo llevamos quizás unas veinte construidas, porque estamos apenas arrancando. El tercer proyecto está por arrancar, se llama San Carlos y es en Chinandega, actualmente se está diseñando, pero será aproximadamente cuatrocientas y pico de casas. Todo esto, los tres proyectos son específicamente viviendas de interés social.
¿Cuánto ha invertido en estos tres proyectos?
Pues haciendo los cálculos como los ha hecho la empresa creo que más de 80 millones de dólares. Obviamente, con una inversión inicial que podría ser de unos 70 millones de dólares en Ciudad El Doral y otros 10 millones de dólares en los otros dos proyectos.
Dado su interés por viviendas de interés social, ¿qué resultados espera de la reforma a la ley que elevó a 32,000 dólares el monto máximo de los créditos hipotecarios con derecho a subsidio en la tasa de interés?
En este momento el ciento por ciento de las viviendas que construyo califican para recibir el subsidio a la tasa de interés. Es cierto que después del terremoto de abril sufrimos un pequeño bajón en las ventas, un mes después sufrimos otro bajón porque no estaban asegurando viviendas y eso no nos permitía cobrar a los bancos porque las casas son financiadas y tuvimos un bajón de ventas de dos o tres meses. Luego, justo cuando las ventas comienzan a arrancar de nuevo tenemos el aclaramiento de la ley, porque la reforma se había aprobado, pero los bancos internamente no estaban claros de cómo funcionaba el cambio de la ley y eso se aclaró hace muy poco. Entonces, espero que ahora con la nueva feria de vivienda de Cadur que se realizará en agosto arranquemos nuevamente con esa fuerza de ventas que merece el país y merece el pueblo.
¿Cuál es el promedio de ventas en sus proyectos?
Vendemos entre treinta y cuarenta casas mensuales. Pero obviamente, de esas ventas siempre cae algo, siempre pasa algo y podemos estar entregando un promedio de treinta casas cada mes y cerca de cuatrocientas por año. Mi meta personal es que con la nueva ley, a partir del próximo año estemos vendiendo un promedio de cien casas mensuales entre los tres proyectos.
A ese ritmo de ventas, ¿en cuánto tiempo tiene previsto vender los proyectos?
Repito, nosotros vamos tan rápido como el ritmo de ventas y nosotros como no somos programa del pueblo, ni programa del Gobierno, la persona que nos compra tiene que calificar para el crédito, poner su prima y llenar todos los requisitos que quizás a veces programas del Gobierno tal vez no piden. Con todo y esto si puedo vender cincuenta casas al mes en Ciudad El Doral, estamos hablando de entre seiscientas y setecientas casas al año, lo que me dice que yo podría tener vendido este proyecto en dos o tres años más. Pero finalmente todo depende del ritmo de ventas, así que Ciudad El Doral puede necesitar de tres a cinco años, el proyecto de Granada puede ser de dos a tres años e igual Chinandega de dos a tres años. Obviamente si el negocio y la economía del país sigue como va o se mejora, podemos estar iniciando otros proyectos y continuar esta misión de construir vivienda social.
Tomando en cuenta la sismicidad del país, ¿qué medidas toma para garantizar la calidad de las casas que construye?
La mejor medicina es la prevención. Por ser miembro de la Cruz Roja Americana he visto todos los desastres naturales que se pueda imaginar y he trabajado como voluntario ayudando en estos desastres, así que como contratista lo primero que hago es elegir la manera más segura de construir. Todas nuestras casas están construidas con acero y concreto monolítico, las paredes internas y externas, la casa entera es un bloque completo, la puedes sumergir en agua completamente y al otro día baja el agua y la puedes habitar. A pesar de estar al lado del Momotombo, las casas de Ciudad El Doral no tuvieron absolutamente ningún daño, además son antisísmicas. Lo único, si no me equivoco, es que alguien que puso un muro de loseta se le movió, pero eso ya es algo adicional a nuestra construcción. Lo único que pueden sufrir en un terremoto bien fuerte son fisuras.
Mencionó que las cosas en Nicaragua no caminan tan fácil, ¿sigue pensando que fue una buena decisión invertir en el país?
Sí. Es un reto porque es un país nuevo para mí, una cultura nueva y cualquier país nuevo que uno va es un reto, pero estoy muy satisfecho y contento de haber venido a invertir aquí y he invitado a muchos amigos a venir a invertir aquí. Algunos han venido, el de la empresa de las alarmas vino y tengo otros amigos que van a invertir en la financiera.
A mí me encanta la agricultura y la ganadería, pero uno no puede hacer todo, pero quizás en el futuro vía la financiera podamos entrar en estos sectores, ayudando a los agricultores del café, de los frijoles y a los ganaderos. Hay un dicho que dice que la hierba siempre se ve más verde en la casa del vecino y es verdad porque el que vive en Nicaragua quizás siente que no hay oportunidades, que aquí no hay nada que hacer y que el futuro está en Estados Unidos o a otros países desarrollados. Pero igual el americano que trabaja día y noche, está todo el día metido en una computadora, con jornadas de doce horas y lidiando con en el tráfico, piensa que las riquezas están aquí en el campo, en ir a ver los árboles, la hierba, disfrutar del campo, ver el ganado, ir a pescar, ir a un volcán. Al final del día el país es rico y cualquier persona que tiene un pedazo de tierra puede vivir tranquilo. Estas son riquezas que yo veo aquí.
¿Seguirá enfocado en la construcción o planea expandir sus negocios a otros sectores?
Estoy dispuesto a invertir todo lo que pueda siempre que exista la demanda de este tipo de viviendas. En este momento no hay límite para la inversión, porque si la cantidad de dinero requerido para iniciar inversiones no la tengo, pero la oportunidad de negocio existe, yo tengo dónde buscar esas inversiones.
Tengo dos terrenos más que ya son míos y estoy negociando otro terreno más en el área de Managua. Y repito, al final del día todo está en la demanda, si existe la demando yo haré la inversión, ya sea en Managua o en los departamentos donde exista la demanda.
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