Gaza/ Jerusalén/ EFE/ AFP
La marina de guerra, la aviación y la infantería israelíes recrudecieron los ataques en todo el territorio de la Franja de Gaza entre la noche del lunes y el amanecer del martes y dejaron un centenar de palestinos muertos y quinientos heridos, en la que se registra como la jornada más sangrienta de la ofensiva bélica emprendida por Israel el 8 de julio.
Los más de 240 niños muertos a causa de la ofensiva significan el 29 por ciento de las víctimas civiles palestinas, según un comunicado de UNICEF.
“Vemos niños asesinados, heridos, mutilados y/o quemados, además de estar aterrorizada la población. Las consecuencias son mucho más duras que en los anteriores brotes de violencia en Gaza”, dijo la responsable de la UNICEF en el lugar, Pernille Ironside.
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La esperanza, aunque aún muy frágil, de una tregua humanitaria ha recomenzado a tomar cuerpo. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu pidió más ayuda estadounidense para negociar un alto al fuego, dijo ayer el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry.
Varios proyectos de tregua han fracasado, mientras ambos bandos beligerantes parecían más decididos que nunca a continuar los combates.
El secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Abed Rabbo, anunció ayer en Ramala que las facciones palestinas habían aceptado una propuesta de alto al fuego durante 24 horas, que se podrían prorrogar en otras 48, según una petición de la ONU.
Poco después de este anuncio, Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamás en Gaza, desmintió la información de Abed Rabbo y señaló que “no refleja la postura de la resistencia”.
ATAQUE A PLANTA ELÉCTRICA
El martes, el Ejército israelí dejó a la población, calculada en 1.8 millones de habitantes, en la oscuridad al atacar e inutilizar la única central eléctrica de la Franja.
Responsables de la compañía eléctrica advirtieron de que la planta “quedó inútil” y dejó de producir electricidad en un territorio donde solo el veinte por ciento de la población disfrutaba de cuatro horas diarias de suministro.
Varias líneas eléctricas procedentes de Israel también han sido dañadas, elevando la alerta sobre la emergencia humanitaria de la población y con el riesgo de que la escasez de energía afecte a la prestación de servicios médicos de urgencia.
Las sirenas siguieron sonando ayer en regiones del sur de Israel alertando acerca del disparo de cohetes por milicias palestinas, que desde el inicio de la operación superan los 2,600, informó el Ministerio de Defensa israelí.
En Gaza, según un comunicado del Ejército israelí, “sus fuerzas identificaron a cinco terroristas emergiendo de un túnel excavado desde la Franja”.