Josué Bravo
Corresponsal/Costa Rica
La Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) de Costa Rica sigue colapsada ante el aumento del 1000% en las solicitudes de regularización migratoria como permisos laborales y cédulas de residencia.
La directora de Migración, Kathya Rodríguez, reconoció que las 12 ventanillas del área de regularización de trabajadores de extranjeros están congestionadas, sobre todo a partir del 2012, cuando Costa Rica abrió transitorios o periodos especiales para regularizar a extranjeros.
Desde esa fecha las solicitudes incrementaron al punto de llegar a más de 1,300 por día, cuando la capacidad de los funcionarios de ventanilla es de 120. Eso provoca que las resoluciones para otorgar un permiso laboral por ejemplo duren hasta un año cuando el periodo promedio debe ser de tres meses.
Para Rodríguez, Costa Rica arrastra desde el pasado un proceso desordenado de regularización migratoria para extranjeros y mantiene el mismo personal para atender la demanda creciente iniciada de procesos de amnistías a favor de nicaragüenses, sobre todo desde la década de los 90.
Migración no confirma si ha registrado incremento en solicitudes desde inicios de mes, cuando empezaron a aplicarse multas contra extranjeros en condición migratoria irregular (excepto turistas), patronos que contraten mano de obra sin los requisitos de ley y a quienes den albergue a indocumentados con fines de lucro.
La DGME acumula 20 mil expedientes de solicitudes de permisos de trabajo bajo los transitorios, un trámite engorroso que a pesar de hacerlo simplificado, genera inversión de tiempo y dinero para trabajadores y patronos.
Desde el año 2012, 65 mil extranjeros con documentos de residencias vencidas actualizaron su estatus migratorio. La mayoría fueron nicaragüenses que tenían desde hacía varios años la cédula de residencia vencida.
También se regularizaron 17 mil menores de edad extranjeros, 4 mil adultos mayores y 10 mil foráneos obtuvieron permisos laborales en áreas agrícolas, servicio doméstico y de construcción.