Josué Bravo
Corresponsal/Costa Rica
Nicaragua es un país de origen y tránsito de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral. Es junto a El Salvador, la nación centroamericana que no tiene legislación específica y aunque destaca por sus investigaciones y condenas, es parte de una región que debe mejorar su sistema jurídico para lograr un combate más efectivo a este flagelo.
En San José está reunida la Coalición Regional Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, integrada por representantes de instituciones migratorias y policiales de Centroamérica, la cual busca definir una agenda de trabajo coordinado para luchar contra este problema en los próximos meses.
Según el Análisis comparado de los ordenamientos jurídicos del delito de trata de personas en Centroamérica, elaborado por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas de Nicaragua (Ieepp), los países de Centroamérica deben mejorar su sistema jurídico para garantizar a las víctimas la protección adecuada y reparación del delito.
Nicaragua y El Salvador no tienen una legislación contra la trata sexual y laboral, lo cual impide establecer políticas de combate concretas; aunque a los responsables mediante otras leyes como el código penal, según el investigador del Ieepp, Gerardo Bravo.
En Centroamérica, según Bravo, se detectan por año unos 1,400 casos de trata de personas con fines de explotación sexual y alrededor de 500 laboral, muchas veces ocurridas en condiciones de servidumbre en el caso de mujeres domésticas.
En el caso de Nicaragua, el teniente Victorino Ruiz Urbina, jefe de investigación contra la trata de personas de la Policía Nacional, recordó que el país está tipificado como de origen y tránsito de personas víctimas de este delito, pero explicó que es uno de los países donde más se investiga y condena a los responsables.
El año pasado, según Ruiz, se investigaron 29 casos y hubo 21 condenas.
Hubo casos de trata de personas con explotación sexual en Chinandega, de esclavitud en México y España; con víctimas adolescentes, incluyendo varones. Nicaragua destaca en la lucha contra este delito por su investigación de inteligencia, según Ruiz, y el programa de protección a las víctimas.
Actualmente Costa Rica investiga 5 casos de trata con fines de explotación sexual. Aquí vienen muchas dominicanas que usan a Nicaragua como tránsito, adonde llegan vía aérea se trasladan vía ilegal a este país.
“Es muy difícil decir que estamos perdiendo la batalla. Muchas de las actividades a las que estas personas se someten no son públicas. Sabemos que hay redes de transporte tanto formal como informal”, declaró la directora de migración costarricense Kathya Rodríguez.