Washington/EFE
La Casa Blanca consideró hoy como una “situación muy volátil” la crisis por la llegada masiva de menores centroamericanos sin compañía de un adulto a la frontera estadounidense y aseguró que, pese al descenso registrado, continúa trabajando para abordar el problema.
“Es un problema en el que seguimos muy centrados porque ha sido una situación muy volátil y esos números alguna vez se han disparado sin mucho aviso”, indicó en una rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, preguntado sobre si con el descenso de llegada de menores el Gobierno daba por zanjada la crisis.
Earnest señaló que el Gobierno está tomando medidas para tratar de evitar que esos números aumenten, al tiempo que apuntó a una “variedad de factores” como el clima, por el excesivo calor, que contribuyen al descenso del flujo de inmigrantes ilegales en verano.
El presidente Barack Obama señaló en rueda de prensa este jueves que el número de niños que cruzan la frontera sur se redujo “significativamente” en julio, hasta los 5,508 casos, frente a los más de 10.000 de mayo y junio, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés).
Earnest señaló que la Administración Obama sigue trabajando por la vía diplomática con los Gobiernos de Centroamérica y México para combatir la inmigración ilegal, mientras continúa inyectando recursos para “asegurar la frontera”.
En este sentido, lamentó que el Congreso no haya aprobado la petición de 3.700 millones de dólares que hizo el mandatario en julio para afrontar la llegada masiva de estos menores.
“El presidente presentó una propuesta muy detallada para este tipo de recursos que el gustaría ver que se utilizan para prevenir que esos números vuelvan a crecer”, dijo.
Earnest recordó que el mandatario ha utilizado su poder ejecutivo para destinar recursos adicionales a los tribunales de inmigración con el fin de “garantizar que se respeta el debido respeto” al tiempo que asegura que la justicia funciona “eficazmente”.