Medir la temperatura de los cuerpos a través de una cámara térmica es uno de los mecanismos que el Gobierno de Nicaragua está ejecutando en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, para controlar el ingreso al país de posibles casos de ébola u otras enfermedades infecciosas.
Los viajeros, además, deben llenar un formulario en el que se les interroga si han sufrido fatiga, diarrea, fiebre o erupciones en la piel, entre otros síntomas, que podrían estar relacionados con este u otros virus.
Para la infectóloga Carmen Torres estas medidas de prevención “son buenas”, pero las autoridades deben prever que “no todas las personas están dispuestas a decir la verdad de dónde vienen y si traen un problema de salud”, por ello insiste en que se debe advertir a la población sobre los riesgos inminentes de omitir esta información.
Otra medida que también se podría implementar, según ella, es la de aislar durante 21 días a “toda persona que venga de un país africano”, tenga o no síntomas, para lo que se necesita no perder el rastro migratorio de todo aquel que ingrese a territorio nicaragüense. Torres incluso sugiere que las maletas de los pasajeros sean desinfectadas con una mezcla de agua y cloro, pues el ébola podría estar encapsulado en gotas de sangre o saliva.
SE ESTÁN CAPACITANDO
La primera dama Rosario Murillo anunció este domingo que trabajadores de las instituciones sanitarias y fronterizas participan en “capacitaciones y entrenamiento para aplicación de las normas de protección y bioseguridad en todo el país para las instituciones metas”.
Según Murillo, al final de la semana se harán evaluaciones de esta primera parte del plan, sin descuidar la lucha contra otras enfermedades como el Chikungunya, del que se han detectado dos casos nuevos que suben la cifra total a 42 nicaragüenses afectados.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A