Teresa García R.
Es trágica la ola de crímenes que a diario se realizan contra mujeres. Toda la sociedad debería aportar cada día una protesta en cualquier lado, le guste o no le guste a los que están pasivos ante el fenómeno. El problema no solamente son los asesinatos, pues esa sólo es “la parte visible”, sino también las forma de contribuir para que el sistema de “machos” se alimente cada día.
Es urgente sensibilizar al sistema y a los hombres y mujeres que lo forman. Es urgente reaccionar de forma adecuada y que se entienda de una vez por todas que la mujer juega un papel importantísimo en la sociedad.
En todos los lugares del planeta existimos mujeres que aportamos al desarrollo de la sociedad: siempre se puede ver a una mujer en las oficinas, en las instituciones, en los medios de comunicación, en la ciudades. En el país más del 50 por ciento de la población es mujer.
Cada día la mujer realiza un plus esfuerzo para que por lo menos sea observada como sujeto. El sistema está estructurado de tal forma que no permite la verdadera igualdad del hombre y de la mujer, pues siempre la mujer está subvalorada por el pensamiento de los machos. Parimos machos y los alimentamos a diario y el patrón se reproduce.
Tenemos el reto muy grande de cambiar los patrones tradicionales del machismo que llevamos hombres y mujeres (en el hogar, en el centro de estudio y de trabajo, en la sociedad en general). Y sembrar una nueva doctrina de respeto de la mujer por sí misma, así como de exigir respeto de forma cívica a todos los que en cada momento agreden a mujeres.