Juan C. Santa Cruz
En Nicaragua existe desde 1996, un gobierno liberal que ha tratado de consolidar de manera radical un proyecto neoliberal.
Muchas veces se critica de forma dura y muy dura ciertas actuaciones del Gobierno encabezadas por el PLC. Al hacer las críticas no siempre se hacen la pregunta si se está o no cumpliendo con la perspectiva neoliberal que lo inspira.
Para criticar su lógica de funcionamiento habría que ubicarse en el fundamento de esas acciones de profunda raíz neoliberal. Muy otra cosa es si tomamos como parámetros para calificar al Gobierno la perspectiva del desarrollo humano. Es decir, lo estamos cuestionando desde una perspectiva distinta a la que fundamenta sus acciones. Veamos algunos ejemplos desde el enfoque de desarrollo humano y la neoliberal, basándonos en los esquemas de Naciones Unidas.
La perspectiva neoliberal tiene por objetivos la maximización del ingreso, en tanto que el desarrollo humano lo hace en la expansión de oportunidades y capacidades humanas para lograr el bienestar global.
El neoliberalismo apunta hacia los mercados y en la eficiencia, en tanto que el desarrollo humano lo hace en la gente y en la equidad.
En el ámbito de la gobernabilidad el enfoque neoliberal enfatiza en la estabilidad política (de ahí los acuerdos con el FSLN), en tanto que el desarrollo humano lo hace en la democracia. En este sentido debe quedar claro que estabilidad política no es sinónimo de democracia.
El crecimiento es considerado por el neoliberalismo como un fin en sí mismo, y supone algún beneficio a todos “por goteo hacia abajo”, en tanto que el desarrollo humano lo considera fundamental, pero, si sólo beneficia a la gente de una manera más equitativa, como un medio para el desarrollo humano.
En las prioridades básicas de política, el neoliberalismo propugna por el desarrollo de los mercados, por la desregulación y privatización, en el mejoramiento de la eficiencia, y en el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. Este concepto para la perspectiva del desarrollo humano implica posibilidad de ampliar oportunidades, capacidades humanas reforzadas en salud y educación, así como inequidades moderadas y promoción del empleo y medios de vida.
En cuanto a la estrategia de erradicación de la pobreza, el neoliberalismo sostiene que el crecimiento beneficia por goteo a los pobres y plantea la inversión en sectores sociales. Para el desarrollo humano implica el empoderamiento de los pobres, participación, equidad de género, acceso a créditos, y que el crecimiento beneficie a los pobres.
Finalmente los indicadores de éxito para el neoliberalismo son el PBI y el incremento del PBI. En el desarrollo humano son indicadores de éxito el índice de desarrollo humano y de género, el índice de pobreza humana y los indicadores de desarrollo humano.
Que juzgue el lector si el Sr. Alemán está equivocado y no está cumpliendo con el proyecto neoliberal. Si se pretende encontrar en su gestión otro tipo de resultados, entonces, el gobierno debería adoptar un enfoque radical que rompa con la esencia misma del proyecto neoliberal.
* El autor es sociólogo.