Por Martha Leonor González
“No vemos los desnudos y su belleza, por los prejuicios, las ideas de una sociedad encasillada en hablar de patrones de lo que es bello. Vemos enfoques sistemáticos de cuerpos que no existen, mujeres excesivamente delgadas y hombres igual. Quién te dice que un cuerpo gordo no te transmite belleza”, recrea Amaranta Caballero, una joven artista de la fotografía que se abre paso, con visiones poco comunes, sobre el tema del cuerpo humano.
De igual manera, su fotografía muestra desnudos dramáticos, retorcidos por el dolor y la soledad, acompañados de tinturas marrones, terracotas y claros oscuros que los emparenta con la tierra y con la naturaleza que los rodea.
No lejos de estar emparentada con la pintura de Lucian Freud, cuyos desnudos están asociados al surrealismo y muestra a las personas en escenas inusuales y tal como son, ella sigue este cometido: “Pinto gente, no por lo que quisieran ser, sino por lo que son”, pero ella retrata a la gente tal como es.
Es así, que estás imágenes abren un abanico de posibilidades, cuerpos gordos, con mucho bello, “el descubrir la esencia de la persona y deja una mejor claridad de lo que somos”, argumenta Caballero, quien reflexiona sobre Jan Saudek, otro maestro de la fotografía que la ha inspirado en hacer su propia visión del desnudo y cuyo lema de trabajo es “capturar todas las cosas que conozco y amo”.
Cuerpos en estado de indefensión, pintados para develar otras realidades, juegos de texturas, sensualidad, ritmo, forman parte de las fotografías para mostrar otras realidades, otras personalidades que salen a flote en ese momento, agrega Amaranta, sobre la sensación o emoción particular que provoca su fotografía.
Además de estudiar a los grandes del retrato y sus composiciones, Amaranta dice estar fuertemente influenciada por dos mujeres, Eva Sánchez, su maestra de fotografía y su madre María Blanco, la luz de su camino y fuerza de vocación en su vida, dice.
Ha trabajado el reportaje social, la urbanidad y sus personajes, el espectáculo en teatro y danza. Amaranta Caballero, nació en Jalapa, en el norte de Nicaragua, un noviembre de 1984. Con estudios de bachillerato en el Colegio Latinoamericano en Managua, viaja a España en el 2002 y obtiene la licenciatura de educadora infantil y fotografía, en la escuela más antigua de fotografía de España, con estudios de máster en Procesos Antiguos en Fotografías del siglo XIX.
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