El presidente de la Contraloría General de la República (CGR), Guillermo Argüello Poessy, no fue tan agresivo como en otras ocasiones con el magistrado Roberto Rivas Reyes, pero prometió colaborar con los empresarios para cobrarle si le demuestran que no les ha pagado.
Argüello Poessy se está jugando su reelección en estos días. El contralor fue respaldado públicamente para ser reelegido en su cargo, por el presidente Daniel Ortega Saavedra, igual que hizo con el presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Rivas Reyes.
Precisamente sobre Rivas, el contralor se mostró cauto ayer en relación al supuesto desvío de 5.9 millones de córdobas en el Consejo Supremo Electoral (CSE) en 2008, y exigió pruebas a los empresarios quebrados, mientras en los juzgados de Managua los funcionarios del tribunal de elecciones, llamados a ofrecer explicaciones públicas, simplemente no llegaron a una cita que le hicieron sus demandantes.
Los fondos (cuyo destino aún se desconoce) fueron aprobados por la CGR para la compra de tinta indeleble en las elecciones de 2008.
El sobrante fue usado en las elecciones regionales del siete de marzo pasado, y por eso la tinta se borró con facilidad.
Según una investigación de LA PRENSA, Rivas utilizó el dinero y no pagó.
Así lo relató Mario Chow Pérez, dueño de la sociedad Empresa Comercializadora del Pacífico, S.A. (Ecompsa), que reclama el pago de su factura más de un año y medio después de aquel fraudulento proceso electoral.
Esos millones se suman a otros 5.2 millones de córdobas que Rivas aseguró que había gastado en los comicios regionales del Caribe, para verificación y capacitación ciudadana en vez de las compras de material electoral, tal como se lo aprobó la CGR.
CSE “CALLADITO”
El vocero del CSE, Félix Navarrete, no respondió su celular, el presidente Roberto Rivas no ofreció esta vez declaraciones en medios televisivos y Bertha de la Peña, su asistente, sorprendida con una llamada vespertina, colgó apresurada y acabó la conversación en 17 segundos. Luego dejó el buzón de mensajes de modo permanente.
En los juzgados el CSE tampoco respondió. Cuando eran las 9:00 a.m. Juan Parajón, abogado de Chow Pérez, se quedó esperando durante más de media hora a Mauricio Fernández Mayorga, el gerente financiero del CSE en el edificio Las Palmas. Nunca llegó.
La cita fallida ocurrió en el Juzgado Cuarto de lo Civil, donde despacha el juez Néstor Castillo. Con eso se demostró que Rivas no está dispuesto a rendirle cuentas a nadie.
“Quien no tiene miedo hubiera venido, no sé qué miedo tienen o a qué se atienen estos señores”, añadió Parajón.
“TODOS SABEN QUIÉN ES”
Argüello Poessy dijo que “todos en Nicaragua saben quién es el licenciado Rivas”, pero no dijo nada más, a diferencia de otras ocasiones, cuando lo ha criticado frontalmente.
Esta vez atacó a los medios e insistió en que los demandantes lleguen a la CGR. “Lo primero es saber si es cierta la información del periódico. Los interesados que dicen que no les han pagado, vengan aquí. Es imposible seguir al periódico. Nosotros hacemos auditorías. Si alguien tiene una cuenta pendiente, que venga aquí, pedimos la información. Por de pronto debemos presumir que el dinero fue bien ocupado”, dijo.
La auditoría de 2008 no reveló ni un solo dato sobre falta de pago de alguno de los contratos. Argüello Poessy incluso sostuvo que basados en la ley orgánica de la CGR (artículo 9, inciso 3), podían acompañar a los denunciantes si querían recuperar su plata.
Luego se burló de los medios. “Si el CSE tiene una obligación pendiente con estos caballeros que usted menciona, ellos tienen un instrumento legal para comparecer con nosotros y tenga seguridad. Es fácil decir en los periódicos lo que quieran. En el periódico no le van a pagar. Hay que buscar soluciones, no noticias”, dijo.
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