Francisco Javier Berríos, ex trabajador de la empresa de capital nicaragüense-venezolano ligada a la familia presidencial Alba de Nicaragua, S.A. (Albanisa), se presentó ayer a las instalaciones del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), donde denunció que está siendo víctima de los directivos de esta empresa, quienes supuestamente le están bloqueando para que ninguna otra empresa le contrate y así laborar dignamente para mantener a su familia.
Berríos se graduó como ingeniero químico industrial en los años ochenta y laboró hasta hace poco en la Empresa Nicaragüense de Electricidad (Enel) hasta que fue trasladado a Albanisa.
Ayer señaló que está pasando por una situación difícil y que esta viviendo un atropello que va en contra de sus derechos constitucionales y humanos, porque le están negando el derecho a trabajar.
Hace un año Berríos fue despedido porque denunció de forma pública, con un informe, los malos manejos que se estaban realizando en la planta Che Guevara Uno, ubicada en Masaya, donde reside, los cuales incurrieron en daños de una serie de equipos y pérdidas económicas, motivo por el cual Albanisa lo despidió sin motivo laboral, pues nunca tuvo llamado de atención, ni mal desempeño en su puesto de trabajo.
“El motivo de la denuncia que hice no fue por un factor político, más bien fue porque decidí hacer las cosas correctamente y de forma profesional, para que estos equipos se mantuvieran operando de forma correcta y no se dañaran. Sin embargo, ha habido un revanchismo en mi contra de parte de los funcionarios de Albanisa, porque a raíz de eso no he conseguido trabajo, me cierran las puertas en los lugares donde voy a buscar empleo, porque me han mal recomendado. Yo lo que hice fue lo correcto, porque consideré que debía proteger estos equipos, porque es por ellos que teníamos un trabajo”, aseguró.
Berríos señaló que “al parecer, alguien en Albanisa se sintió incómodo” por el informe que presentó y propició su despido. “No tuve la posibilidad de defenderme, se me negó el hablar con los gerentes de la empresa, con Francisco López, vicegerente de Albanisa, anduve apelando mi despido; incluso las organizaciones sindicales me dieron su apoyo, el director de Alba Seguridad, Tomás Maldonado, apoyó mi posición, porque consideraron que yo tenía razón, pero nada de eso hizo efecto”, agregó.
DESTACADO SANDINISTA
Berríos señaló que cuando presentó su informe, sobre los daños que se estaban dando en la planta Che Guevara Número Uno, no fue con el propósito de que se despidiera a nadie, ni mucho menos para que lo despidieran a él.
“Fue para que se tomaran medidas correctivas y para que se protegieran los equipos”, insistió.
Señaló que los mismos Comités de Liderazgos Sandinistas (CLS) y Sindicatos de Trabajadores le dieron apoyo y emitieron cartas en su favor.
“Siempre he sido sandinista y lo seguiré siendo. Desde joven he trabajado por el partido, tengo muchos reconocimientos de la Juventud Sandinista. En los años ochenta fui becado para estudiar en la antigua Unión Soviética, donde me gradué como ingeniero químico industrial. Hoy me han tratado como un delincuente, cuando no me he robado nada. Más bien trataba de cuidar los recursos con que se está generando energía”, agregó.
NECESITADO
Francisco Javier Berríos manifestó que ahora que está desempleado las necesidades en su hogar son mayores para él y su familia, quienes están padeciendo.
“Tengo facturas de energía que pagar, debo de un préstamo que hice en el banco, cuatro mensualidades de mi niña que está estudiando en primaria y tiene ocho años. Tengo un niño de tres años a quien debo alimentar. Ya estoy desesperado y lo único que pido es que me dejen trabajar ”, destacó.
“Si yo fuera solo no estaría aquí (en el Cenidh), pero tengo familia y por eso pido que me dejen trabajar; por qué me están negando ese derecho. Prácticamente me están encerrando. Gracias a Dios mi hija me ha salido buena estudiante y salió como la segunda mejor alumna y hay posibilidad de que gane una beca, de lo contrario la tendré que sacar del colegio”, expresó.
LAS FALLAS TÉCNICAS DE LA PLANTA
La denuncia hecha por Francisco Javier Berríos se reflejó en un informe que destacaba una serie de fallas técnicas en la planta Che Guevara Número Uno.
Este documento refleja que por malos manejos se dañó el equipo de operación, como bombas de suministro de agua que se quemaron, hubo derrame de combustible y daños en equipos de enfriamiento.
“No sé lo que pueda pasar mañana o en una semana. Lo único que quiero es que me dejen trabajar, porque soy una persona que tiene derechos, no soy un ladrón, ni mucho menos un mal profesional. Muchos años de experiencia tengo en el área eléctrica y por querer cuidar equipos salí perjudicado”, apuntó.
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