La empresa Alba Alimentos de Nicaragua (Albalinisa), que forma parte del holding de compañías vinculadas a la familia del presidente Daniel Ortega, ha diversificado sus operaciones gradualmente, incursionando hasta en el negocio del café, el principal rubro de exportación del país.
Las operaciones de Albalinisa fueron descubiertas por investigaciones de LA PRENSA, las cuales revelaron que este consorcio adquirió las operaciones ganaderas y el hotel de la tribu Seminole en el país, en febrero de 2009, en once millones de dólares. Éste sólo fue el comienzo.
Dos años después, Albalinisa mantiene el monopolio de las exportaciones a Venezuela, siendo el único intermediario autorizado por el gobierno del presidente Daniel Ortega para hacer negocios con el gobierno de esa nación.
El país sudamericano es el segundo destino en importancia de las exportaciones nicaragüenses, alcanzando los 248 millones de dólares anuales.
El primero sigue siendo los Estados Unidos.
Los datos del Centro de Trámite de las Exportaciones (Cetrex) reflejan que Albalinisa actualmente exporta a Venezuela aceites grasos, desperdicios alimenticios, frijol, ganado, lácteos, melaza, equipos y café ( Ver detalles en infografía ).
De los variados productos que Albalinisa exporta, el rubro que más ingresos genera a esta empresa es la carne bovina deshuesada, la cual registra operaciones hasta por 82 millones de dólares.
Le sigue la carne bovina empacada, con 52 millones de dólares y finalmente el café, el cual alcanzó los 36 millones de dólares en el último año.
Las operaciones cafetaleras son las más recientes en Albalinisa, pero apuntan a incrementarse en el transcurso del año 2011.
AMPARADA POR EL ALBA
Esta empresa es alimentada por los fondos generados a través del acuerdo de manejo petrolero, firmado entre Venezuela y Nicaragua en el marco de la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba).
Estos fondos son aportados por los consumidores de combustible nicaragüenses, ya que toda la importación petrolera de Nicaragua se hace en acuerdo con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Bajo este acuerdo de negocios, la empresa operadora del Alba en Nicaragua, Albanisa, tuvo a disposición en 2010 alrededor de 800 millones de dólares, los cuales son manejados de forma absolutamente discrecional por el gobierno del Frente Sandinista (FSLN).
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Por su capacidad de compra, esta empresa del FSLN se ha permitido tranquilizar a los empresarios privados nicaragüenses, quienes primero no miraban con buenos ojos este monopolio de Albalinisa.
El contar con ese flujo de capital le permite pagar un buen precio a los productores y abastecedores locales de los productos que termina exportando a Venezuela.
“PAGAN BIEN”, RECONOCE EL COSEP
El mismo presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, admitió que Albalinisa paga bien, al ser entrevistado en el programa televisivo Esta Noche a mediados de la semana pasada.
“Lo que pasa es que pagan bien”, enfatizó Aguerri cuando le preguntaron cuál era el beneficio de trabajar con Albalinisa como intermediario único, sin que Ortega dé la oportunidad a los propios empresarios de negociar directamente con los posibles compradores en Venezuela.
Incluso, el reclamo de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Venezuela, que era uno de los más constantes pedidos del sector privado nicaragüense, ha perdido fuerza en los últimos meses.
COMPRA Y VENTA CON VENTAJA
El esquema de operaciones de Albalinisa es simple. Adquieren los productos a los agentes compradores locales, pagando un buen precio.
Luego se encargan de colocarlos en Venezuela, obteniendo un margen de ganancias por sus operaciones como intermediario exclusivo.
Para minimizar los costos, Albalinisa usa como plataforma de operaciones las estructuras gubernamentales y el tendido político afín al gobierno del FSLN, un partido también controlado por Ortega y su familia.
El negocio del café es un ejemplo de este esquema. “Tengo entendido que las cooperativas afines y otros movimientos cooperados son los que le venden directamente café a Albalinisa. El que maneja esta operación y hace todos los contactos necesarios es Pedro Haslam, como parte de sus funciones como director del IDR (Instituto de Desarrollo Rural)”, comentó un agente exportador cafetalero consultado.
ALBALINISA SE BENEFICIA DE LA CRISIS VENEZOLANA
Otro factor que influye en el “boom” de Albalinisa es el aumento en las importaciones desde Venezuela, debido al desplome de la producción agropecuaria en ese país como efecto de las políticas agropecuarias del gobierno de Hugo Chávez Frías, un aliado político y benefactor de Ortega.
“Bajo la premisa de garantizar la seguridad y la soberanía agroalimentaria, el Ejecutivo nacional ha implementado políticas y regulaciones que en nada han favorecido al aparato productivo interno. Al contrario, han tejido un cerco al sector agroindustrial que ha derivado en disminución de la producción interna, generando mayor dependencia de las importaciones”, indica una información publicada en el diario venezolano El Universal, el pasado jueves.
Esto se ha agudizado con las expropiaciones de empresas privadas venezolanas, lo que originó que el gobierno de Chávez pasara a liderar el mercado de rubros básicos.
El aparato gubernamental manejado por el presidente Hugo Chávez Frías tiene controlado el 80 por ciento del mercado de café, casi el 50 por ciento de la producción de harina precocida y más del 40 por ciento de la producción de azúcar; y cuenta además con 119 plantas agroindustriales en todo el país.
Al cierre del año 2010, la producción primaria venezolana arrojó resultados negativos en los principales rubros agrícolas por las políticas de Chávez.
Arroz, sorgo y caña de azúcar disminuyeron 30.70 por ciento, 13.33 por ciento y 19.78 por ciento, respectivamente.
La producción de hortalizas también disminuyó el año pasado. Por ejemplo, la producción de tomate cayó en 18 por ciento y la de cebolla en 22.5 por ciento.
Las importaciones venezolanas se han abierto para rubros en los cuales ha caído la producción en ese país, como arroz, maíz blanco y café. Incluso, las importaciones de carne pasaron a representar el 52 por ciento del consumo en la nación donde Chávez impone el “socialismo del siglo XXI”.
Esto ha llevado al régimen de Chávez a dirigir su mirada hacia su amigo y discípulo del proyecto socialista, Daniel Ortega.
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