Francella Sevilla, de 13 años, ha destacado desde niña por su excelencia académica. Como muchas otras adolescentes de su edad, le gusta pintar, cantar, bailar y chatear con sus amigos en la red social Facebook.
Ahora que ya no puede jugar con su hermano como lo hacía años atrás, espera junto a Junieth García, de 17 años, recuperar la vida que tenían antes de que los médicos les diagnosticaran a ambas leucemia linfoblástica aguda (LLA) y tabique vaginal transverso, respectivamente.
Estas enfermedades las han obligado a permanecer la mayor parte de sus vidas internadas en el Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera, La Mascota.
La historia completa de cómo, cuándo y cuánto les ha tocado vivir a estas adolescentes pronto será conocida por todos los que adquieran una obra que comenzará a circular a inicios del próximo mes.
La obra, cuyo título es Un Ángel visita el Hospital Infantil La Mascota, contiene los testimonios de otros 14 muchachos que como Francella Sevilla cuentan cómo luchan para sobrellevar cada día las enfermedades terminales que padecen.
Luis Cuadra, director de la Fundación Programa Nacional de Cultura Leer es Vivir, dijo que la idea de publicar este libro de testimonios de los muchachos nació a raíz de los encuentros de excelencia académica que se realizan cada año en la biblioteca del Banco Central de Nicaragua (BCN).
“Nos sorprendimos cómo, a pesar de que tienen leucemia, tumores y otras enfermedades terminales, eran capaces de ser excelentes alumnos. Así que nos aliamos con las autoridades del Hospital La Mascota para que se realizara la obra”, indicó Cuadra.
El director de la fundación dijo que en el libro los niños narran con sus propias palabras cómo enfrentan sus dolencias.
Sin embargo, aclaró que el libro todavía está en proceso de edición.
En el libro que está por publicarse, Francella Sevilla y Junieth García describen cómo la quimioterapia les botó el cabello y cómo los niños en las calles se burlaban de ellas al verlas con pelucas.
GANANCIAS SERÁN PARA NIÑOS
El libro, que se publicará a comienzos de febrero, tendrá un costo de 30 córdobas. Cuadra instó a la población a comprarlo como una forma de contribuir con estos muchachos, pues los ingresos que se recauden servirán para financiar la formación académica de los 16 niños que, con valentía, narran sus dolencias.
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