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 Las peleas clandestinas de perros aún no son erradicadas en Managua. Los perros pitbulls son supuestamente nobles y cariñosos, por eso los criadores los cruzan con otras razas de perros para que se mezcle con la fortaleza del pitbull. La mezcla resulta demasiado peligrosa para los seres humanos y para los demás animales Fotos de LA PRENSA/ Manuel Esquivel

De perros de pelea a mascotas

La mala noticia: Hay peleas clandestinas de perros en Nicaragua. Son patrocinadas por personas de mucho dinero, como políticos, empresarios y altos dirigentes de los gobiernos. Según Carlos Toruño, las apuestas muchas veces alcanzan los tres mil dólares.

La mala noticia: Hay peleas clandestinas de perros en Nicaragua. Son patrocinadas por personas de mucho dinero, como políticos, empresarios y altos dirigentes de los gobiernos. Según Carlos Toruño, las apuestas muchas veces alcanzan los tres mil dólares.

Para llevarlos hasta ahí los dueños los hacen agresivos “dándoles de comer chile o restregándoselo en los ojos, echándolos a pelear con otro perro o maltratándolo”, dice el veterinario Luis Romero.

La buena noticia: Tanto Toruño como Romero, Douglas Marenco y Janeth Orozco, laboran en un club en el que domestican perros American Pitbull Terrier y Staffordshire Bull Terrier. Se conoce como Club Pitbull Unidos.

“No hay perros agresivos, sino malos dueños. El asesino y agresivo es el dueño”, sentencia Romero para explicar lo que tratan de demostrar: El comportamiento agresivo de experros de pelea puede cambiar con la atención adecuada.

Zeus parece un toro

  El pitbull puede ejercer una presión de hasta 225 libras cuando muerde, y solo es superado por el rottweiler (350) y el pastor alemán (300). Un mito dice que el perro pitbull es incapaz de soltar a la presa porque sus quijadas se traban de alguna manera, pero los expertos lo niegan.

en miniatura. Su presencia es imponente y no puede pasar inadvertido. Pesa 105 libras y pertenece al linaje de los American Pitbull Terrier.

Tiene varias cicatrices en la cabeza, algunas cerca de las orejas y otras cerca de los ojos. Son mordidas de otros perros. Hasta hace poco era un perro de pelea. Su dueño lo hacía pelear en batallas clandestinas que buscaban divertir y ganar dinero. Cojea de la pata derecha trasera por una vieja lesión de combate. Tiene los ojos rojos. Señal de agresividad, dicen los expertos.

El día que lo conocimos se me metió entre las piernas. No lo escuchaba ladrar, pero emitía unos gruñidos que hicieron que por todo el cuerpo me recorriera una corriente eléctrica.

“Por favor no le tenga miedo”, decía el veterinario Luis Romero, su dueño. “Tranquilo muñeco”, y para mi suerte Zeus se apartó de mí y se fue a olisquear al fotógrafo Manuel Esquivel. Yo no paraba de reírme. Eran los nervios.

Romero me dio un cepillo para que se lo pasara por la cabeza. Y de nuevo Zeus se acercó. “Llámelo. No, no, no, no, no le tenga miedo, pasele el cepillo y él agarra confianza”, insistía el veterinario. A mí hasta la grabadora se me cayó del temblorín que me tenía.

La verdad, Zeus nunca intentó agredirnos. Hubo un momento en que comenzó a gruñir con fuerza, pero era porque la luz del flash de la cámara de Esquivel lo puso nervioso, explicó Romero.

En ese momento salió del porche de la casa una niña de seis años, Loida, hija del veterinario Romero, y abraza a Zeus del cuello. El perro se queda quieto.

Si se pudiera hacer este tipo de comparación, se podría decir que Zeus era un antisocial que agredía a las personas y destrozaba a otros perros, pero ahora ha sido regenerado y se le ha insertado de nuevo a la vida social.

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Romero guarda en su casa un mural con una serie de premios que Zeus ha ganado en competiciones caninas. En uno de esos certámenes, una mujer se le acercó y comenzó a acariciarlo. “Qué lindo, qué lindo”, decía mientras le tocaba la cabeza. ¿De qué raza es?, preguntó, y cuando le dijeron que era pitbull, inmediatamente se alejó del perro con una expresión de horror en el rostro.

“A los pitbulls los han satanizado”, comenta Romero.

“Un niño de siete años

se convirtió en la nueva víctima de los canes en Nueva Guinea porque un pitbull se le lanzó encima y le lesionó las manos y la cabeza”, dice el encabezado de una noticia en un periódico nacional.

En otra noticia, varios medios televisivos publicaron que un perro pitbull atacó a un caballo, al cual se le pegó de los testículos y nunca lo soltó hasta matarlo.

El problema son los cruces, explica Carlos Toruño, quien señala que en los medios de comunicación cuando presentan noticias de que un pitbull mordió a alguien, en realidad no se trata de uno puro, sino que está cruzado con otras razas de perros, como pastor alemán, rottweiler, con los cuales no es compatible.

El perro pitbull es noble y cariñoso, pero debe conservarse puro, porque al mezclarlo con otra raza, que tal vez es más débil pero agresiva, se combina esa agresividad con la fortaleza del pitbull y se hace difícil pronosticar cuál será su comportamiento, explica Toruño.

El pitbull resulta del cruce entre Bulldogs y Terrier. En un principio eran criados para luchar contra osos y toros, y también con el propósito de crear perros valientes, ágiles y de fuerte mordida. Un pitbull bien entrenado puede tener una presión en su mordida de hasta 200 libras, señala Douglas Marenco.

El Staffordshire Bull Terrier también se creó para ser utilizado como perro de pelea, pero con el tiempo se le cambió para que sirviera como mascota, por su estampa.

En Nicaragua, el Club American Pitbull Terrier se encarga de domesticar a los pitbull, especialmente a los que han sido entrenados para peleas clandestinas.

En un estudio realizado en Estados Unidos, sobre 100 distintos tipos de razas de perros, el pitbull aparece en el lugar 98 entre los más peligrosos para los seres humanos, asegura Carlos Toruño.

“Lo que pasa es que en los medios de comunicación no informan cuando un perro labrador mordió a alguien, solo cuando se trata de un pitbull, o un rottweiler”, se queja Toruño.

El sacrificio de los perros es permitido cuando matan a otro animal o muerden a una persona, pero Toruño indica que no es necesario matar a los perros porque en Nicaragua no hay casos de rabia desde hace más de nueve años.

En esos casos, lo conveniente es dejar que pasen días y observar si hay algún cambio en el comportamiento del animal. Si no hay variación quiere decir que el perro está bien y que el haber mordido a alguien podría ser consecuencia de que lo maltrataron o estaba siendo molestado con frecuencia por la víctima.

“Es igual que si a una persona la están molestando, esa persona va a reaccionar. Si molestas a alguien, ese alguien va a reaccionar si te encuentra en la calle”, explicó Toruño.

¿Cómo se hace para

domesticar a un perro agresivo, entrenado para matar a otros?

Kenji es una perrita Staffordshire. Le llaman Chanchita, de cariño. Sus padres eran sumamente agresivos. El padre quiso matar a la madre.

A Chanchita nadie se le podía acercar. Se le tiraba encima a cualquiera.

El veterinario Luis Romero indica que cuando el perro es demasiado agresivo, lo primero que hace es ponerle un bozal y amarrarlo con una cuerda larga, ubicarlo en un lugar espacioso y darle de comer sin acercársele mucho.

“Lo primero es amor, comprensión y paciencia”, dice Romero.

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Tanto a Zeus como a Chanchita y otros 18 perros de la línea del pitbull se les ha logrado domesticar gracias a que se le ha brindado cariño. Cuando ya se muestran calmados, se les quita el bozal y también se les varía la comida. La primera técnica para ganarse a un perro es darle de comer.

“El único riesgo de que un perro que ha sido regenerado vuelva a ser violento es que caiga en las manos de un dueño agresivo”, agrega el veterinario, quien es de la opinión que el mal carácter de una persona se lo transmite al perro.

“¿Esta es la Chanchita?”, preguntó la dueña de la perrita cuando la vio luego de terminar el tratamiento para quitarle la agresividad. No la reconocía.

Tito, un adolescente, es quien saca a pasear a la Chanchita. Sale a correr con ella y el animalito nunca lo ha agredido.

Los pitbulls son animales cargados de bastante energía y cuando no la liberan es cuando podrían tornarse agresivos, por lo cual es necesario que se les saque a correr, explica el veterinario Harvin Sotelo, de la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC).

El club de pitbulls en Nicaragua oculta las identidades de los perros que han sido domesticados para que no exista alarma entre los vecinos del hogar donde son insertados.

La Prensa Domingo mascotas pelea perros archivo

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