Por: Alina Lorío
“Roguémosle a Dios que no ocurra un incendio en Nueva Segovia porque sería catastrófico, no tenemos cómo cubrirlo”, dijo el capitán Sabás Mejía, fiscal de la Asociación Civil de Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ocotal, que pasa ahorita la peor crisis en su historia.
La asociación se fundó el 21 de abril de 1974, en Ocotal, y en la actualidad la conforman una escuadra operativa y otros 25 miembros; además de 30 fundadores y personas de la tercera edad.
Sus actividades son financiadas con una partida de 1,500 córdobas mensuales aportados por la Alcaldía de Ocotal, que hasta el año 2008 fue de 500 córdobas, además del combustible en algunas circunstancias.
Con ese dinero se paga a un bombero y la mitad de otro. También suman contribuciones de la población y en pocos casos de la empresa privada en combustible, llantas usadas y el aporte de los mismos bomberos.
El Gobierno asume el pago de agua y energía eléctrica, así como el pago de un bombero.
La línea telefónica se mantiene como línea de emergencia, únicamente para recibir llamadas.
El Cuerpo de Bomberos atiende 70 servicios al mes, requiere un presupuesto que podría oscilar entre los 80 y los 100 mil córdobas.
Sin embargo, la realidad es dramática. Solo tienen una camioneta para atender cualquier emergencia. El resto de vehículos (5) están estacionados y averiados. Algunas autoridades se han comprometido a colaborar con ellos.
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