Por: Elízabeth Romero
“Lo dijimos en su momento, faltó diligencia en las investigaciones de la Policía, aquello que por ejemplo, él (Yasker) solo con una hernia hubiera podido hacer todo eso. Por otra parte el recorrido novelesco, como lo declararon los obispos, todo eso son indicios, incluso lo dije yo, va más allá de una sospecha”, apuntó Mántica.
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El temor ha prevalecido entre las personas que en su momento fueron señaladas de poseer algún tipo de información tras el crimen contra el padre Marlon Ernesto Pupiro García, en el municipio de La Concepción. Esto dificulta las investigaciones que realiza la comisión conformada por la Arquidiócesis de Managua para saber la verdad.
Tras seis meses de ocurrido el crimen perpetrado con saña y violencia, monseñor Miguel Mántica recordó que el hecho sangriento sorprendió a la jerarquía católica así como a su feligresía, cayéndoles como “un balde de agua”.
Monseñor Mántica preside la comisión de la verdad en este caso y estimó que a nivel judicial “se ha hecho lo que se podía hacer”.
“Ya las cartas están echadas, se condena a un hombre (Yasker Blandón) que se autodeclara culpable, que en el campo judicial eso implica que ya no hay que buscar más pruebas, esa es un táctica donde a través de una persona que se autodeclara culpable entonces se esconden otras. Eso ya lo hemos visto en Nicaragua, no es primera vez que ocurre”.
NUEVAS PRUEBAS
A no ser que aparezcan nuevas pruebas para Mántica sería difícil que el caso se ventile judicialmente, dado la experiencia obtenida hasta ahora de que cuando presentan pruebas “las cosas aparecen de repente de otra (manera)”, o de personas “que en un comienzo quisieron dar un testimonio y después se cerraron que no querían”.
La explicación que encuentra Mántica es que “hay temor”, pero mostró sus esperanzas de que con el tiempo salga esa información que está “agazapada” . El crimen contra Pupiro podría quedar en la lista de los asesinatos ocurridos en el país sobre los que se sospecha que las autoridades han encubierto a los verdaderos culpables.
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