Los sirios votarán hoy por una reforma a la Carta Magna de su país, que acabaría con el monopolio del partido gobernante Al Baaz, que dirige Siria desde 1963, abre las puertas al multipartidismo y pone límite al mandato del presidente, de siete años y solo renovable una vez.
La viabilidad de esta jornada levanta serias dudas, debido a la inseguridad y el derramamiento de sangre que vive el país desde hace un año, tiempo en el que, según opositores, han muerto más de 8,500 personas.
La redacción de una nueva Constitución era una de las principales demandas al inicio del levantamiento popular contra el régimen sirio el pasado marzo, pero la sangrienta represión ha llevado a los opositores a exigir la renuncia del presidente.
La figura del presidente en la nueva Carta Magna también levanta polémica, ya que como el texto se aplicaría cuando termine el mandato de Al Asad, en 2014, este podría optar a la elección dos veces más y permanecer en el poder hasta 2028.
Los Comité de Coordinación Local (CCL) consideran que el referendo es una táctica del régimen sirio para “encubrir sus masacres” y una Carta Magna no puede ser preparada a menos que “todas las fuerzas políticas y los grupos sociales participen en su redacción por medio de una comisión elegida”.
El referendo se realizará también en medio de una inconclusa evacuación de decenas de sirios afectados por los ataques del régimen de Al Asad.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja no pudieron evacuar ayer a más heridos de la ciudad siria de Homs, después que ambas organizaciones no llegaron a acuerdos con autoridades y grupos opositores.
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