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Cierre de la fábrica de errores

Los errores son parte del aprendizaje, pero errores recurrentes corresponden más a negligencia o descuidos que pueden llevar a pérdidas o situaciones no deseadas para su negocio.

Juan Vega Gonzales (*)

Los errores son parte del aprendizaje, pero errores recurrentes corresponden más a negligencia o descuidos que pueden llevar a pérdidas o situaciones no deseadas para su negocio.

El proceso de “cerrar la fábrica de errores” debe partir de adentro, de la actitud de hacer las cosas bien a la primera vez, de “hacer los deberes en tiempo y forma” y verificar si se cumplieron bien los roles y tareas que se espera de cada colaborador.

Cruce la información obtenida de diferentes fuentes, verifique si los datos o hechos son consistentes entre sí. A veces los errores se introducen por otras personas. Antes de realizar tratos o negocios con otra persona o empresa, verifique sus referencias o antecedentes.

No se puede hacer buenos tratos con malas personas. Si busca el peligro o transita por lugares riesgosos, encontrará sorpresas desagradables. Verifique si existen tendencias, zonas, personas o situaciones de alto riesgo y procure evitarlas. Aprenda a prevenir: el error significa que las cosas no salieron como esperaba cuando tomó la decisión. Si pierde, no olvide la lección.

Averigüe qué pasó, dónde se equivocó y por qué las cosas no salieron bien. Entendidas las causas e incorpore medidas preventivas para no tropezar dos veces. Otra fuente de error es la excesiva concentración en detalles operativos. Hay que “ver el bosque y no solo los árboles”.

Desarrolle su capacidad o visión de ver con ojos más estratégicos, busque y proponga soluciones efectivas, realistas y válidas. Errores repetitivos suelen tener causas comunes que se repiten una y otra vez.

Evite la salida fácil de “patear el problema para más adelante”. Esto solo lo llevará a repetir la misma situación problemática dentro de poco (perdiendo credibilidad). La falta de supervisión y seguimiento son una de las mayores causas de error. No hay manual capaz de resolver la falta de seguimiento, en especial a las actividades críticas para el crecimiento del negocio.

Cuando hay límites, los controles son necesarios. Todo seguimiento debe dejar evidencia escrita de que se ha realizado, sino nunca sabrá si se realizó. Si va a hacer algo, hágalo bien.

(*) Director de Promifin, programa auspiciado

por la Cooperación Suiza en América Central,

ejecutado por TrIodos Facet.

[email protected]

Economía errores fábrica Juan Vega archivo

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