Marta Hurtado
¿Puede ser Jean-Jacques Rousseau un referente actual? ¿Puede su pensamiento ser contemporáneo y representar la sociedad cosmopolita? ¿Es de conocimiento público que el gran filósofo fue además un excelente creador musical y un amante de la botánica?
Todas estas preguntas, sus respuestas y muchos más aspectos desconocidos del “primer ciudadano de Ginebra” serán desgranadas durante el 2012, consagrado como “Año Rousseau” por la ciudad suiza que festeja el tricentenario del nacimiento del ilustre pensador, nacido un 28 de junio de 1712.
“Rousseau encarna el ‘espíritu de Ginebra’, una persona cosmopolita, abierta al mundo, humanista”, explica Dominique Berlie, jefe del proyecto, que no esconde la contradicción de una figura que celebró como nadie una ciudad que, posteriormente, lo persiguió y lo desterró.
“La conmemoración no es un ‘mea culpa’ por lo que ocurrió, pero sí una manera de honrarlo”, se justificó Berlie, sin querer entrar en polémicas sobre algo que sucedió hace doscientos cincuenta años.
EXILIADO A FRANCIA
A los protestantes y supuestamente liberales ginebrinos no les gustaron las ideas demasiado progresistas publicadas en dos de sus obras más famosas, el Emilio o De la Educación y el Contrato Social e instigaron su partida de la ciudad, a la que nunca más volvería.
Se exilió primero a Inglaterra y posteriormente a Francia, donde murió en 1778. Antes escribió sus Confesiones , inaugurando así la tradición de la “autobiografía”.
“Rousseau escribió: ‘voy a decir todo sobre mí mismo’, y así lo hizo. En la época fue totalmente revolucionario”, aseveró Berlie, quien considera que ese libro es clave para entender la compleja figura que fue el filósofo
Tres siglos después su figura sigue fascinando por su visión progresista, su espíritu contestatario, su pensamiento, a veces, contradictorio, y por ser, ante todo, una persona ecléctica.
“ROUSSEAU PARA TODOS”
Es el lema del programa en el que cabe desde teatro hasta espectáculos musicales, pasando por cine, paseos, debates, coloquios o exposiciones, diversas propuestas con las que la ciudad ha intentado presentar una oferta cultural abierta a todas las lecturas y sensibilidades.
Para ensalzar la figura del Rousseau músico, el Gran Teatro de Ginebra encargó la composición de una ópera dedicada al filósofo “JJR (Citoyen de Genève)” ha sido compuesta por el músico Philippe Fénelo, el libretista Ian Burton y el realizador Robert Carsen.
Además, se presentarán cuatro proyectos ideados especialmente para la conmemoración: un espectáculo-documental; una ópera para marionetas; un concierto sobre las obras musicales de Rousseau; y un concierto de la Orquesta de Cámara de Ginebra.
Estos recitales tendrán lugar en recintos cerrados, pero el programa musical podrá ser disfrutado por el público durante la celebración de la Fiesta de la Música, del 22 al 24 de junio, en el que de nuevo se interpretarán las piezas compuestas por Rousseau.
Esto ocurrirá unos pocos días antes del “día D”, el 28 de junio, cuando se celebrará en el Parc de la Grange —uno de los mayores, céntricos y concurridos parques de Ginebra— un “banquete republicano” abierto a toda la ciudadanía.
OTROS CELEBRAN
Las conmemoraciones no se limitarán a la Confederación Helvética, también Brasil, Estados Unidos, Francia y Rusia propondrán celebraciones del tercer centenario del nacimiento de Rousseau, algunas organizadas en conjunto con Suiza.
Y finalmente el patrimonio de Rousseau —especialmente sus manuscritos— con el que cuenta tanto Ginebra como la ciudad de Neuchâtel (también suiza) acaban de ser inscritos por la Unesco en el registro “Memoria del Mundo”.
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