WASHINGTON/AFP
El rápido crecimiento del crédito en algunos países de América Latina debería alertar a las autoridades porque es signo de futuros problemas de endeudamiento, declaró hoy el director del Departamento de Mercados Monetarios y Financieros del FMI, José Viñals.
La región está por el momento a salvo de la crisis de la banca europea, que debe “desapalancarse” y reducir su cartera de riesgo, pero la prudencia es de rigor, añadió el alto funcionario en rueda de prensa, al presentar un informe semestral sobre la Estabilidad Financiera mundial.
“Cuando tienes periodos en los que el índice de crédito crece muy rápido sabemos que eso es un indicador de créditos morosos en el futuro”, explicó Viñals al ser preguntado en rueda de prensa sobre la situación en América Latina.
“Las autoridades deberían ejercer vigilancia al respecto”, pidió.
Aprovisionamiento suficiente, supervisión de la calidad de los préstamos son algunas de las medidas que deberían tomar, añadió a modo de ejemplo.
El informe sobre la Estabilidad Financiera dedicó amplio espacio a los riesgos de la banca en la eurozona, sometida a presiones de todo tipo a causa de la deuda soberana de los países miembro y a sus préstamos impagados.
Esos problemas podrían costar hasta 1,4% del PIB de la zona en 2012 y 2013.
En la hipótesis central, los 58 mayores bancos de la UE deberán reducir su balance entre septiembre de 2011 y fines 2013 en 2,6 billones de dólares (2 billones de euros), o 7% de sus activos actuales.
En su informe, el FMI realizó una simulación sobre el posible impacto de la crisis bancaria europea en América Latina, aseguró Viñals, sin dar cifras.
En caso de un desapalancamiento acelerado, en el que los bancos matrices buscan en sus filiales en todo el mundo la liquidez necesaria, “hay impacto (en América Latina) pero es relativamente pequeño comparado a otras regiones, como la Europa emergente”, añadió.
“El desapalancamiento ha sido hasta ahora manejable”, explicó Viñals, quien citó como ejemplo un fenómeno recurrente en América Latina: la substitución de un banco extranjero por otro de la región.
“Ha habido algunas sustituciones en términos de un banco 'doméstico' que pasa a ejercer el papel del banco extranjero”, explicó, lo que ayudó a mantener bajo control el desapalancamiento.