José Adán Silva
Un nuevo enfrentamiento en la tirante relación entre sindicalistas y autoridades de la Contraloría General de la República (CGR) se vivió ayer en ese ente fiscalizador, cuando trabajadores se apostaron frente a los portones del edificio para exigir “el cese de la represión”.
Eddy Stubbs, secretario general del sindicato, dijo que los miembros del consejo superior de la CGR pretenden “crear con vicios una situación para descabezar el sindicato, para evitar renegociar el convenio laboral”.
Rodeado de agremiados, con altoparlantes, morteros y banderas del FSLN, del Frente Nacional de Trabajadores y pancartas con el rostro de Daniel Ortega, los sindicalistas exigían a los contralores respetar el fuero sindical y “dejar de perseguir a Stubbs”.
Sin embargo el presidente del ente fiscalizador, contralor de facto Guillermo Argüello Poessy, dijo que la situación es menos complicada que la que detalla el sindicato, “el señor Stubbs violó normas administrativas internas de la CGR, lesionó el interés jurídico de la institución y pudo cometer hasta delito penal, pero eso se va determinar cuando se le abra proceso administrativo”, dijo Argüello.
Según el contralor, Stubbs, quien trabaja en la Dirección de Probidad, delegó su trabajo de notificación en el ciudadano Mauricio Largaespada, quien no es empleado de la CGR, pero usaba vehículos oficiales.
“Esta conducta es violatoria a la Ley de Probidad de los Servidores Públicos, que prohíbe involucrar a personas ajenas a la función pública en el ejercicio de funciones públicas”, dijo Argüello.
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