Róger Almanza G.
La fotografía ha capturado su alma y se ha rendido a la pasión por este arte. Estudia en Argentina desde hace dos años, pero no pierde oportunidad para volver a su Nicaragua, para pasear con su madre en Ocotal y para robarse pedacitos de su país en cada foto que toma.
::: Será que “hija de tigre nace rayado”…
Creo que tener una madre tan especial y única como la que tengo me influyó en gran manera desde pequeña. Crecer rodeada de amor y ternura, en medio de su música y de su hermoso canto, hizo que desde niña sintiera mucha atracción por el arte en general. En mi familia todos cantan o pintan, llevan en el alma la sensibilidad por las melodías y los colores; ver las pinturas de mi abuelito y escucharlo cantar los tangos inolvidables de Gardel y la voz dulce de mi mamá cantándome para hacerme dormir, me hacían viajar a un mundo muy mío.
::: ¿Cómo es ser la hija de Norma Helena Gadea?
Es ser la hija de una gran mujer, de una mujer fuerte y tierna a la vez, es sentirme agradecida y orgullosa todos los días de mi vida por la madre que tengo, su coraje, su coherencia de vida, su gran dignidad me impulsa a seguir luchando por mis sueños. Sentir siempre su apoyo y solidaridad su abrazo, es un regalo de Dios. Ella, además de ser mi madre, es mi mejor amiga y confidente.
::: ¿Por qué fotografía y no música?
La verdad, siempre aprecié la música pero nunca me llamó la atención cantar. De pequeña tocaba algunos instrumentos pero nunca fui muy constante… descubrí la fotografía en mi adolescencia y ahí me enamoré como una joven se enamora de su primer amor.
::: ¿Estando en Argentina qué es lo que más extrañás de Nicaragua o cuando estás aquí en Nicaragua qué es lo que más extrañás de Argentina?
Extraño mi familia, mis amigos madrugar y salir a buscar cualquier pedacito de naturaleza cerca de Managua para hacer fotos, el mar, el campo, tener a pocas horas la montaña del mar. Cuando estoy allá disfruto cada momento y trato de vivirlo al máximo.
::: Estando en Argentina donde el tango es indispensable, ¿te gusta?, ¿lo bailás?
Me encanta bailar tango. Antes de venir a Buenos Aires bailaba tango en Nicaragua, me gusta muchísimo.
::: Está entre tus actividades…
Otra de mis grandes pasiones es la ilustración infantil, ir a conciertos o muestras de arte, visito los museos, siempre ando buscando cosas nuevas que hacer.
::: Generalmente siempre destacamos a tu mamá ¿nunca ha habido algún tipo de celos por popularidad?
Para nada. Me siento muy orgullosa de mi madre y disfruto mucho cuando se le da el valor que se merece. Soy su mayor fan y principal admiradora en todos los aspectos de su vida.
::: ¿Cómo es la relación con tu papá, de quien muy poco sabemos…?
Mi papá es mexicano, vive allá, me comunico con él y mantengo una relación de lejos de manera cordial, solo eso podría decirte.
::: ¿Te ha costado acostumbrarte en otra ciudad?
Al principio como todo cambio fue difícil, pero luego me acostumbré rápido, he conocido seres realmente especiales en este camino que me han acompañado en las buenas y en las malas.
::: ¿Qué comida nica extrañás más en Buenos Aires?
Los pipianes y los chayotitos…
::: Y cuando terminés la escuela de fotografía…
Para terminar la carrera me falta año y medio, tengo planes a corto, mediano y largo plazo, me gusta siempre tener algo en mente… por el momento estoy enfocándome siempre en proyectos de fotografía.
::: ¿Cuándo traés tus fotos a Nicaragua?
Estoy trabajando una muestra muy especial que deseo exponer cuando llegue a Nicaragua en diciembre, quiero aprender y aprovechar este tiempo lo más que pueda; luego de la carrera quisiera estar en Nicaragua un tiempo.
::: ¿Como la mayoría de las chavalas tenés la costumbre de salir con amigos y bailar o sos una fotógrafa de espíritu tranquilo que prefiere su casa?
Como buena géminis tengo mis tiempos para todo, a veces me gusta mucho salir y otras me quedo en casa, creando y disfrutando de la soledad, es en esos momentos, por lo general, cuando sale alguna idea linda para capturarla con mi lente.
::: ¿Qué es lo que más te gusta fotografiar?
Me gusta fotografiar mis pensamientos, suena algo loco, pero lo que más me gusta es hacer realidad algunas ideas o fantasías que rondan mi mente, traerlas a mi plano real y acercarme en una imagen a eso que tantas veces imaginé o soñé.
::: El mes pasado ganaste un premio y ya hay fotografías tuyas siendo expuestas…
El concurso se dio alrededor del tercer foro internacional de Multiculturalidad, en México. Obtuve el primer lugar con una foto que hice a un grupo de niños de Mozonte, Nueva Segovia, la cual llamé “Sonrisas de mi tierra”.
::: ¿A qué personaje mundial te gustaría fotografiar?
Se me vienen a la cabeza muchos. Lamentablemente algunos ya no están. Me hubiera encantado fotografiar a Dalí, a Magritte de los vivos me gustaría mucho hacerle fotos a Cindy Sherman, David Lynch, Tim Burton y la lista seguiría
::: ¿Que fotografía guardás o llevás siempre con vos?
Este año hice unas fotos en mi casa con mi mamá, lo primero que hice cuando llegué a mi apartamento en Buenos Aires fue hacer un muralito en mi cuarto, ahí tengo esa foto a la que le guardo especial cariño; el abrazo cálido y tierno que solo una madre puede dar. Cerrar los ojos y sentir a tu madre cerca es algo incomparable.
::: Dicen por ahí que una imagen dice más que mil palabras, ¿creés que la fotografía logra esto?
Para mí una imagen, más que decir mil palabras, nos evoca un momento, una sensación o sentimiento que nos lleva a hacer un viaje por el mundo de los recuerdos, y muchas veces en todo esto no hay suficientes palabras para describirla.
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