Brasilia/EFE
Después de casi tres meses, el llamado “juicio del siglo” en Brasil inicia este lunes su última etapa, con 25 de los 37 acusados ya condenados por su participación en actos de corrupción que en 2005 hicieron tambalear al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
El Tribunal Supremo analizará los cargos de asociación ilícita de los acusados, lo cual supone el último de los siete capítulos en que se dividió un proceso que, desde el pasado 2 de agosto, ha revelado numerosas irregularidades ocurridas entre 2002 y 2005.
Los principales acusados en esta última fase son el exministro de la Presidencia, José Dirceu, el hombre de mayor confianza de Lula durante décadas; el expresidente del Partido de los Trabajadores (PT) José Genoino y el antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares.
A partir de mañana y una vez concluida esa fase los jueces deberán comenzar a debatir las sentencias. También deberán decidir cómo resolver la situación de seis acusados, entre los cuales destaca el caso del exministro de Transporte Anderson Adauto, quien responde por lavado de dinero.
El proceso ha establecido que, como sostuvo la denuncia formulada por la fiscalía, una vez que el PT llegó al poder con Lula en las elecciones del 2002, se estructuró una red de corruptelas volcada a la financiación de campañas y al soborno de diputados de otros cuatro partidos.
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