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Alfonso Dávila Barboza

Mártir y héroe, todo patriotismo

Debo confesar que el recordado doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal tiene y reúne variados capítulos de su vida que ya son parte de la Historia de Nicaragua. Me siento obligado a escribir sobre los encuentros que tuvo varias veces el doctor Chamorro Cardenal con nosotros y con muchos amigos domiciliados en Masaya y particularmente como algo muy especial, sus vínculos que como vivero afectuoso y amistoso encontró en nuestro barrio rebelde que debemos mencionar con mucho respeto y admirable admiración como es Monimbó…

Las visitas de Chamorro Cardenal sembraron una semilla que dio con el tiempo fruto de estimación del citado barrio con sus habitantes, ya que él como periodista escuchaba los infortunios que vivía este vecindario y que en LA PRENSA se publicaban, exigiendo al gobierno de los Somozas prestar la debida atención de las prioritarias necesidades que aquejaban a este barrio rebelde. Bien recuerdo, que en una visita del doctor Chamorro se le brindó un convivio en lo que se conoce como “Las Rinconadas de Monimbó” con comidas típicas, bailes con son de marimbas y desde luego exquisitos licores de mucho gusto al paladar. Cuando se trataba de reuniones políticas venía Chamorro Cardenal con el doctor Paiz Castillo, Clemente Guido, Rafael Córdova y Horacio Ruiz y nos reuníamos en casa del doctor Hernaldo Zúniga Montenegro, donde nos encontrábamos don Alberto Tiffer, Arturo Velásquez Ortega (ya difuntos), siendo este último Velásquez Ortega asesinado por la Guardia Nacional del dictador Somoza Debayle en su propia casa de habitación en los últimos días de dictador; agreguemos entre los contertulios a Ricardo Trejos Maldonado, don Tranquilino Urbina y dos o tres líderes obreros.

En el juicio que le entabló “el señor de Masaya” Cornelio Hüeck, le asistimos como defensores a este recordado periodista hoy mártir y héroe, Roberto Argüello, Zúniga Montenegro y este servidor con la asistencia para las informaciones a LA PRENSA del fraterno amigo Francisco Pavón.

La judicial que conocía el caso de injurias y calumnias que le entabló Hüeck a Chamorro Cardenal, doctora Ríos González, se revistió de mucha honestidad y entereza. Por mi medio conversó desde su despacho en Masaya, vía telefónica, con el acusado doctor Chamorro, a quien le confesó paladinamente que su juicio estaba muy politizado. De manera que estando pendiente un viaje de Chamorro a EE.UU. a un Congreso de la SIP, Hüeck con sus abogados consiguió que su acusado no pudiera salir porque la judicial se vio forzada a la retención migratoria que impidió el viaje de Chamorro.

Chamorro Cardenal tuvo distinciones y muchos reconocimientos en el extranjero por la publicación de novelas y textos políticos.

Finalmente expongo mis felicitaciones a los diputados de la Asamblea Nacional por haber acordado proclamar al doctor Chamorro, Héroe Nacional.

Es preciso como agregado o bajada de telón en esta memoria, dedicada a nuestro querido amigo hoy ya proclamado Héroe Nacional, dejar testimonio de un cambio de simpáticas y bien sentidas anécdotas en un banquete obsequiado en Nindirí a Chamorro Cardenal y al doctor Ramiro Sacasa Guerrero, en la quinta Jerez, en la que estuvieron presentes más de sesenta invitados, entre ellos algunos líderes sindicales y en un momento dado don Domingo Sánchez Salgado de muchos méritos como sindicalista. En plática muy singular y amena con Chamorro, disputaban cuántas veces ambos habían sufrido encarcelamiento y torturas por ser definidos opositores a la dinastía de los Somoza. Y resultó una nota muy agradable que fue el postre político del citado banquete, cuando varios profesores incluso laborando en educación pública con Somoza Debayle en el poder, se hicieron presentes y manifestaron su simpatía por UDEL, que encabezaban Chamorro y Sacasa. Con respeto recuerdo a estos maestros, ya difuntos los primeros tres: Rogelio Montenegro, Santiago Dabúl y Carlos Adán Sánchez Bermúdez con antecedentes pedagógicos bien conocidos; y el último todavía sobreviviente, profesor don Rolando Rizo Rivera, de ancestro liberal de antigua data y hoy jubilado, pero siempre atento a los vaivenes políticos. El autor es Miembro de la Academia de Juristas y Ciencias Políticas de Nicaragua.

Opinión héroe nacional PJCH archivo
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