Gerald Hernández
Danilo Sotelo hijo es el enlace entre los jugadores de la vieja y la nueva “Maquinaria Roja”.
Sotelo asomó en el beisbol superior con tan solo 16 años, en la temporada 1991-92, vistiendo el uniforme de los Dantos, que también tienen como punto de contacto al polémico mánager Omar Cisneros.
“Es como comenzar de nuevo. Todos es alegría, nos han tratado muy bien y nunca pensé que volvería a vestir este uniforme”, señala Sotelo, quien mantiene su pasión por este equipo aún veinte años después.
“A todos les hablaba bien de los Dantos sin pensar que volvería a jugar con ellos. Es como la primera novia, uno nunca la olvida. Me sentía orgulloso de esa organización y veo que ahora van por ese mismo camino”, agregó.
La última temporada de los Dantos fue en la campaña 1992-93, en la cual fueron eliminados en la primera vuelta, así que Sotelo fue a dar como refuerzo al San Fernando, comenzando un peregrinaje que lo llevó a pasar por el Bóer, León, Matagalpa, Chontales, Carazo y hasta Río San Juan.
“Me siento de nuevo en casa”, aseguró.
“No ha cambiado nada. Tiene la misma chispa que cuando comenzó a jugar. Es un pelotero bravo que siempre se entrega de lleno en el terreno de juego”, así describe Omar a Sotelo.
“Es de los jugadores que se enoja si no lo meten a jugar. Tiene una gran voluntad y a pesar de los años no ha perdido el entusiasmo”, señaló el timonel, para quien también es un gran honor volver a los Dantos. “Este es el equipo de mi vida. Siempre me trataron bien por donde anduve, pero siento que aquí es mi lugar”.
Ahora está por verse si ese entusiasmo se traduce en éxitos.
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