Fátima Arellano
Muchas partes del cuerpo, como las uñas, revelan nuestro estado de salud en general. Si son fuertes y brillantes no tendrás de qué preocuparte, pero si de repente comienzan a quebrarse y notas que se debilitan, cambian de color y por más que tratas ya no crecen, entonces tu cuerpo te está enviando una señal que no debes ignorar, sobre todo si se tratara de un problema de salud, porque si fuese así, lo más recomendable sería que acudieras a tu médico lo más pronto posible para recibir el tratamiento adecuado.
De acuerdo con el doctor Jorge Neira, dermatólogo de la Clínica Piel de Ángel, las uñas situadas en el dorso de las partes terminales de los dedos sirven como elemento estético y de protección, también para coordinar finos movimientos y aprehender pequeños objetos.
Lo normal es que sean rectangulares, transparentes y planas de estructura córnea. El color es debido a la rica vasculatura subyacente. Él explica que en la parte proximal se aprecia en algunas uñas una zona blanquecina en forma de semiluna, que es la lúnula o matriz de la uña. Esta es la parte donde se origina la uña, situada bajo la piel en su parte inferior.
“La fragilidad y tendencia a la fragmentación de las uñas constituye un problema muy frecuente que, aunque no es grave, preocupa a la persona que lo sufre por sus repercusiones estéticas y a la dificultad que supone para realizar muchas de las tareas cotidianas”.
El especialista asegura que la fragilidad y la tendencia a la fragmentación de las uñas pueden observarse hasta en el veinte por ciento de la población en general y que su incidencia es dos veces mayor en mujeres que en varones y aumenta con la edad.
“El problema de las uñas quebradizas suele originarse por diversos factores que actúan unidos. Estas causas pueden ser locales, es decir por agentes nocivos que afectan directamente a manos y uñas, o sistémicas, como reflejo de enfermedades generales en las que también se deteriora la flexibilidad y dureza de las uñas. Puede asociarse con deterioros de la circulación periférica, como en la enfermedad de Raynaud, problemas de tiroides, renales, anemia con deficiencia de hierro, defectos congénitos, alopecia difusa o algún tipo de infección”, explica el especialista.
Otros factores también las perjudican, como detergentes y abrasivos con los que enjuagamos los trastes o limpiamos las superficies. La frecuente inmersión de las uñas en agua también es decisiva. Investigadores aseguran que los detergentes y jabones eliminan los lípidos protectores de la queratina, produciendo así uñas quebradizas, uno de los padecimientos más recurrentes en dermatología.
“Una vez que se ha producido la separación en láminas o capas, la rotura de las mismas se produce fácilmente, originando un aspecto astillado, irregular y en forma de sierra en el borde de la uña. Esta alteración, llamada onicoesquicia, incluye la división, fisuración y exfoliación de las uñas de cualquier tipo, pero suele utilizarse en un sentido más restringido para designar la exfoliación o división en láminas a partir del borde libre”.
Onicorrexis, explica, hace referencia a la rotura o fisuración múltiple de la uña en sentido longitudinal, de una forma aparentemente espontánea y que origina el desprendimiento de fragmentos ungueales, dando al borde libre una apariencia astillada o en sierra. Este término se ha empleado como sinónimo de fragilidad ungueal. El tratamiento etiológico es esencial cuando resulta posible establecer la causa de la onicopatía.
Tratamientos según el tipo de alteración
La estilista profesional Virginia Pérez, propietaria de Conceptos Hair Designer, expresa que son diversas las causas que ocasionan alteraciones en las uñas, y que en dependencia de eso se sugiere el tratamiento adecuado. He aquí algunas de ellas:
Uñas secas
Causa: son producto de una excesiva sequedad de la piel y de las manos epidérmicas.
Tratamiento: baño de aceite de oliva tibia, manteniendo las uñas sumergidas durante 10 minutos.
Uñas frágiles y quebradizas
Causa: se rompen fácilmente por carencia de alguna vitamina, sales minerales, empleo de esmalte poco apropiado y disolventes como la acetona, que provocan su fragilidad.
Tratamiento: los aceites, cremas revitalizadoras y las lociones elaborados con formol las fortalecen.
Uñas con manchas de productos químicos
Causa: las manos que están en contacto con productos químicos de limpieza, peluquería, laboratorios y líquidos fotográficos, suelen tener alteraciones permanentes en su color, forma y rugosidad de la uña.
Tratamiento: es mejor proteger siempre las manos al manipular productos químicos, con guantes u otro tipo de protector.
Uñas con manchas blancas
Causa: son manchas pequeñas y aparecen temporalmente en puntos dispersos de la uña.
Tratamiento: los masajes en la uña efectuando una ligera presión es un tratamiento preventivo que evita la formación de las bolsitas de aire.
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