Wendy Álvarez Hidalgo
El Salvador, principal socio comercial de Nicaragua en Centroamérica, amenaza con asestar un duro golpe al comercio intrarregional con la creación de nuevos pagos arancelarios e incrementos en las tarifas aduaneras en días festivos y fines de semana. Pero los más afectados no serán los exportadores, ni los importadores; tampoco el transporte de carga regional: los incrementos impactarán directamente a los más de 44 millones de consumidores centroamericanos, advirtieron representantes empresariales.
El pasado 23 de abril el Gobierno de El Salvador ordenó a través del Decreto Ejecutivo 763, incrementar en casi 7,500 por ciento las tarifas por trámites comerciales en los puestos aduaneros los fines de semana y días festivos. Los pagos serán diferenciados, es decir, según la hora que la carga pase por las terminales fronterizas.
El nuevo pliego tarifario de horas extras —todavía sin fecha de vigencia— establece que los fines de semana se cobrará 259.33 dólares por hora o fracción de servicio aduanero en horas diurnas; 280.83 dólares si los trámites se realizan en el turno nocturno; y 315.23 dólares los días de asueto. Es decir que si en promedio una empresa exportadora solicita el servicio extraordinario aduanero salvadoreño por ocho horas en los días antes mencionados, el gasto extra será de unos 2,500 dólares.
Expresó que las medidas salvadoreñas son “un paso atrás” en los esfuerzos que se están haciendo para impulsar la integración económica regional.
Canicarne respaldó la iniciativa de elevar la queja ante los organismos regionales, como el Sistema de Integración Económica Centroamericana (Sieca) o el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
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¿Cuánto se paga hasta ahora? En el caso diurno es 3.43 dólares, en horas nocturnas 5.71 dólares y los días festivos 6.88 dólares, según un desglose que realiza el diario Siglo 21 de Guatemala, citando el decreto.
Con estos excesivos incrementos, el Gobierno salvadoreño pretende obtener liquidez para incrementar el personal en la delegaciones aduaneras y abrir nuevas ventanillas para atender la demanda actual. El anuncio ha provocado entre los empresarios y transportistas centroamericanos, incluidos los nicaragüenses, una fuerte movilización regional para exigir que la medida sea revocada.
RECHAZO EMPRESARIAL
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y del Comité Consultivo de Integración Económica (CCIE), José Adán Aguerri, informó que ayer enviaron un comunicado al Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana (Comieco) —órgano del Sistema de Integración Económica Centroamericana (Sieca)—, donde solicitan que intervengan en esta situación, de tal manera que los aspectos que afectan al comercio regional no se apliquen.
“Es decir que si El Salvador decide crear un fondo interno, es una decisión totalmente soberana, pero crear un arancel adicional para el comercio centroamericano sí involucra el compromiso que hemos venido buscando de integración”, afirma.
Aguerri se refiere a la creación del Fondo de Atención para Víctimas de Accidentes de Tránsito (Fonat), que inicialmente fue diseñado para cobrarse al transporte salvadoreño, pero luego se decidió extender al transporte general internacional. Este implica pagos de entre 35 y 150 dólares, según el tipo de vehículo.
En Nicaragua la noticia sorprendió tanto a las cámaras empresariales como al transporte de carga. El presidente de la Asociación de Transportes Nicaragüenses (ATN), Marvin Altamirano, quien desconocía esa medida, dijo que no solo el envío de cargas hacia El Salvador se vería afectado, sino también las mercancías con destino a Guatemala y México, porque para llegar a estos dos últimos países se requiere pasar por las aduanas salvadoreñas.
CONSUMIDORES AFECTADOS
Aguerri y Altamirano coinciden en que todo ese costo extra que se quiere generar se transferirá al consumidor final porque esa es la regla general del mercado. Esas medidas “encarecen el comercio centroamericano y eso se traduce en decisiones que tiene un alto costo y que básicamente afectan al consumidor centroamericano. Van en contra de la integración, en contra del comercio centroamericano y afectando el precio del consumidor final centroamericano”, dijo el presidente del Cosep.
Los transportistas no están dispuestos a asumir esos costos. Y según Altamirano “ningún transportista de ninguna carga va a pasar la frontera salvadoreña, porque lo que se gana uno por cada viaje es entre 200 y 300 dólares por viaje y entonces nadie lo va ir a pagar eso para no tener ningún tipo de utilidad”, señaló.
Altamirano dijo que de cada 100 viajes de cargamentos que realizan al exterior, al menos el 30 por ciento tienen como destino final El Salvador, lo que refleja la incidencia negativa que tendría en el comercio nicaragüense dichas medidas.
“Esos costos los tendrán que asumir los exportadores e importadores, y estos a su vez los trasladarán al consumidor. Toda alza va a pagar al consumidor, porque todo mundo hace negocio con la intención de obtener utilidades y una vez que aumentas un costo al producto obviamente el precio sube al consumidor”, indica.
El representante empresarial nicaragüense elevó ayer la inquietud ante las autoridades de Gobierno, y según él, también este expresó su apoyo. “Hemos pedido a todos los empresarios que hagan los cabildeos en sus países”, afirmó.
Y aunque Aguerri dice que aplicar medidas recíprocas a El Salvador por ahora no es una opción, Altamirano cree que ese procedimiento se debería seguir para presionar al gobierno salvadoreño.
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